La odisea de cobrar una beca a tiempo

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Más de 41.800 alumnos en Galicia tienen reconocida una ayuda pública del ministerio, aunque los reiterados retrasos llevan a que la ingresen al completo cuando el curso está terminando

02 abr 2019 . Actualizado a las 17:03 h.

Lo mejor es ahorrar. Si se puede. Si no, habrá que pedir ayuda o apretarse el cinturón hasta la Navidad. Porque año tras año sucede lo mismo, que el Ministerio de Educación empieza a abonar sus ayudas para estudios hacia final de año, cuando los estudiantes ya cierran la primera parte del curso, y termina de pagar cuando se llega al final. Así que hay que adelantar el dinero.

La fecha clave este curso ha sido el 13 de diciembre, cuando empezaron a abonarse en las cuentas las cuantías fijas. ¿Fijas? Sí. Hace unos años, el ministro Wert decidió reformar el sistema de becas, que a partir de ese momento se componen de una parte igual para todos -el pago de las tasas de matrícula en el caso de los universitarios, la cuantía ligada a la renta y la que se otorga por residir fuera del domicilio familiar, así como una beca básica para los no universitarios- y de otra variable, diferente para cada estudiante y que se calcula en función de los ingresos familiares y la nota del curso anterior.

Esa parte, la variable de la beca -en la que se reparte el presupuesto sobrante tras distribuir la parte fija-, se suele abonar en dos tandas. La última, según los datos que manejan los departamentos de becas de las universidades gallegas, entró en las cuentas de los estudiantes la semana pasada. Casi a la vez que las bibliotecas universitarias empezaban a abrir en horario extraordinario para que los universitarios se preparen para los exámenes del segundo semestre. En román paladino, con el curso en su recta final. La beca de un curso se cobra cuando termina ese curso.

Así ocurre año tras año. Los estudiantes tienen historias de todo tipo: cursos en los que los primeros ingresos no llegaron hasta febrero. Otros en los que el ingreso se efectúa tras un curso estudiando fuera. Hace un par de años, en marzo todavía se estaban notificando denegaciones de algunas ayudas. El primer ejercicio en el que se implantó ese sistema de partes fijas y variables, el último pago se realizó en el mes de julio: el curso había acabado.

El retraso en el pago de las becas generales del Ministerio de Educación existe desde hace mucho, sin que se haya logrado mejorar. Al contrario, el tiempo de cobro ha empeorado desde la implantación del sistema de parte fija y variable. Es necesario haber procesado todas las solicitudes para saber cuál es el presupuesto restante a repartir en las cuantías variables, con lo que los plazos, ya de por sí muy amplios, se dilatan todavía más. Ya se han creado plataformas de afectados que piden que la beca se cobre de forma íntegra antes del 31 de diciembre.

Los estudiantes y sus familias recurren a los bancos para poder hacer frente a los gastos mientras el ministerio sigue tramitando las ayudas. De hecho, hay entidades que ya cuentan con un sistema específico de adelanto del importe que se le ha concedido al estudiante, aunque supone el pago por parte del solicitante de comisiones de apertura o de intereses. Por ejemplo, en una de las entidades, si un alumno pide que le adelanten 5.000 euros de beca, tendrá que abonar 150 a mayores de comisión de apertura.

Según los datos de la resolución definitiva del Ministerio de Educación, este curso hay en Galicia más de 41.800 estudiantes que cuentan con algún tipo de ayuda, que suman 65,4 millones de euros. De ellos, casi 18.000 están estudiando en la universidad, que tienen becas con cuantías que alcanzan los 6.000 euros en algunos casos. Sin embargo, la media se sitúa en los 2.000 euros de beca, tanto en el caso de las de los niveles universitarios como en el de los no universitarios, aunque estas últimas son un poco más bajas. 

Las universidades reclaman

Que la Administración se retrase todos los años en el pago de las ayudas que reconoce es un calvario para los beneficiarios y sus familias, pero también para otras Administraciones. Como la universitaria, a la que se le van acumulando los impagos. La USC ha llegado a enviar en tres meses 500 requerimientos de impago de matrícula, y en Vigo las notificaciones llegaron a incrementarse un 40 % en un curso. ¿Por qué? Porque en el momento en el que uno se inscribe marca la opción de solicitante de beca, con lo que el pago de las tasas queda en suspenso hasta que el Gobierno conceda o deniegue la ayuda. Los plazos pasan y no paga el alumno, esperando a que haya una resolución, ni tampoco el Ministerio de Educación.