Los idiomas, una puerta abierta al mundo

begoña íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Los portugueses se defienden en tres o cuatro lenguas, lo que les ofrece más oportunidades

06 feb 2018 . Actualizado a las 12:30 h.

La facilidad de los portugueses para el aprendizaje de lenguas y para comunicarse oralmente en un idioma extranjero es una realidad que se puede comprobar nada más pisar suelo luso. Cuando un extranjero aborda a un portugués en un café, o en cualquier calle de Lisboa, Faro, Coímbra u Oporto, para preguntarle algo, ellos responde en la lengua de quien le pregunta. Lo mismo ocurre cuando atraviesan la raia. Dejan los complejos a un lado y, aunque no hayan aprendido nunca español en el colegio o en un curso específico, se lanzan, lo intentan y son capaces de comunicarse sin complejos en un portunhol. Esto es una ventaja para abrirse camino por el mundo, y una de las circunstancias que han permitido a este país ocupar instancias internacionales -como Antonio Guterres, al frente de la ONU, que habla cuatro idiomas a la perfección- pese a su relativo tamaño.

Cuando se les oye pronunciar en francés, en inglés o en alemán, sorprende lo rápido que cogen la fonética de estas lenguas. ¿A qué se debe esta destreza lusa para el aprendizaje de los idiomas extranjeros que los convierte en uno de los países más políglotas del mundo? La directora de Lingüística del Instituto Camões, Madalena Arroja, y el jefe de estudios del Instituto Cervantes en Portugal, el escritor y profesor español Juan Vicente Piqueras, coinciden en estas claves: las 14 vocales fonológicas del portugués y la falta de doblaje. A lo que habría que añadir el factor educativo.

«El portugués es una de las lenguas más ricas y versátiles del planeta -dice Arroja-, la gran variedad de vocales fonológicas, a diferencia del castellano que dispone tan solo de cinco, nos permite encarar con seguridad y confianza la pronunciación de un idioma diferente». Por eso, añade, «es lógico que a un español le cueste más tiempo y esfuerzo pronunciar otras lenguas». Aunque matiza: «No a todos los españoles les cuesta tanto, porque los gallegos, valencianos y catalanes tienen más facilidad, por tener mayor número de vocales fonológicas en sus lenguas maternas».

El profesor Juan Vicente Piqueras abunda en «la rica fonología» de la lengua de Camões como ventaja en el aprendizaje de idiomas extranjeros. «Ningún alumno portugués, de los más de 800 que se matriculan anualmente aquí, en la sede del Cervantes en Lisboa, aunque no haya estudiado español con anterioridad, parte de cero, y cualquiera va a aprender rápidamente, sobre todo en los niveles iniciales», apunta. Para este escritor valenciano, «aunque el castellano tenga una fonología más reducida, no puede ser impedimento para que los españoles encaremos el aprendizaje de otras lenguas con inseguridad, nos bloqueemos y avergoncemos, aunque las cosas por suerte están cambiando», afirma.

«La amabilidad innata de los portugueses y nuestro afán de recibir bien al visitante son también decisivas a la hora de comunicarnos en otras lenguas», afirma la responsable de lingüística del Camões, una institución con 89 años de existencia y presencia, a través de convenios con universidades, embajadas y sedes propias, en 90 países, entre ellos España. «Somos un país pequeño y un pueblo viajero, emprendedor y emigrante, sin miedo a vivir en otros continentes y a conocer realidades diferentes», dice Madalena Arroja.

Otro de los aspectos decisivos, apuntan ambos expertos, es la ausencia en Portugal de una industria de doblaje tan importante como la española. «En territorio luso, los canales de televisión, ni siquiera las radios, raramente doblan la declaración de un político o personalidad que habla en inglés, español o en francés: se da por hecho que los televidentes o los oyentes los comprenden», explica Piqueras. Lo mismo ocurre con las películas, en el cine o en la televisión: «Cuando son extranjeras, se emiten con subtítulos en portugués».

«En España -añade- deberíamos hacer lo mismo, adaptarnos poco a poco a ver las películas y a oír a los protagonistas de las noticias en sus idiomas, eso nos ayudaría mucho para pronunciar mejor otras lenguas. Tenemos que vencer muchos miedos y lanzarnos a hablar otras lenguas, aunque nos equivoquemos. A los portugueses a partir del nivel intermedio les cuesta más aprender español, como a cualquier alumno extranjero, pero no bajan los brazos y continúan intentándolo».

El peso del Instituto Camões

Además de los numerosos convenios y acuerdos que el Instituto Camões tiene con universidades españolas, entre ellas las tres gallegas, es en Vigo donde dispone de una de sus sedes emblemáticas en el exterior, la Casa Arines, un palacete del siglo XV situado en el casco antiguo. En este recinto, el Camões acoge múltiples actividades culturales e imparte cursos de portugués. Quien desee aprender portugués en España puede hacerlo, presencialmente, en las diferentes universidades y escuelas de lenguas oficiales, con las que el Camões tiene convenio, y también on-line.