Noventa kilos menos en año y medio

Marcos Gago Otero
Marcos Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Jhonattan González es el protagonista de un «milagro». Con constancia, control de su dieta y ejercicio bajó de los 180 kilos de peso a la mitad y aspira a competir en fitness

09 abr 2016 . Actualizado a las 18:23 h.

Jhonattan tiene en su casa de Bueu un pantalón en el que podrían entrar dos personas bien robustas. Hace un año y medio, era el que usaba él. Hoy, este joven de 27 años posa orgulloso dentro de esta prenda. Es la prueba simbólica de su excepcional logro: en este tiempo ha conseguido rebajar a la mitad sus 180 kilos. Una lección de vida que emociona a sus allegados. Para entenderlo, solo hay que repasar las fotos del álbum familiar. Jhonattan se ve a sí mismo como una historia de superación personal, como un ejemplo de carne y hueso que infunda ánimo a jóvenes con sobrepeso.

Sin productos raros, ni dietas milagrosas, este joven pontevedrés ha logrado lo imposible y su físico ha cambiado tanto que aspira, algún día, a competir en el mundo del fitness. Jhonattan siempre fue gordito. Desde pequeño. Con los años, la obesidad acabó siendo un grave problema y no solo físico. «Siempre estaba deprimido, nunca tenía ganas de nada, subía cuatro escaleras y ya estaba fatigado», relata.

El futuro de este joven de Bueu preocupaba mucho a sus familiares. Entre todos lo convencieron de que había que buscar una solución y Jhonattan, a través de un foro de Internet, contactó con un personal trainer, Carlos Andrade, que trabaja en Madrid. Era el año 2012 y el protagonista de esta historia confiesa que tuvo mucha suerte. No tiene más que elogios para una persona a la que ya considera un amigo. «Siempre me aconsejaba, me resolvía las dudas que yo tenía, estaba ahí para escucharme, era un apoyo», precisa.

En su lucha contra los kilos contó con el respaldo incondicional de otras tres personas muy importantes en su vida: su novia Laura, su mejor amigo Víctor y su abuela. «Cuando yo llegaba a casa frustrado, mi novia siempre me animaba a no rendirme, a seguir luchando, que recordara lo que ya consiguiera», añade.

Al segundo intento

Y es que para reducir los kilos no existen pócimas milagrosas, ni gotitas alquímicas. Hace falta constancia, tesón, mucho dominio propio en la dieta y en el ejercicio. La perseverancia es fundamental. Jhonattan no adelgazó de la noche a la mañana, ni tampoco con un solo intento. De hecho, hubo dos. En la primera ocasión, con 170 kilos, llegó a rebajarlos a los 128-129. Pero entonces, como él reconoce, «por motivos ajenos», recayó. Se desmotivó, bajó la guardia y ocurrió lo inevitable. ¿El resultado? El récord: 180 kilos.

Sus allegados, preocupados, volvieron a hablar con él y le dijeron: «Johnattan, tenemos que hacer algo y vamos a intentarlo, nosotros estamos aquí para apoyarte». La reducción de estómago ni se le pasó por la cabeza. Era la «solución fácil», como él mismo la describe. Volvió a prestar atención a su entrenador, que se volcó en que este joven pontevedrés lograse su sueño.

En su caso Jhonattan cuenta con la ventaja de que no le costó tanto seguir la dieta. Indica que no se le quitó todo de repente, sino poco a poco, y según iba rebajando el peso, también se amplió su propio cuidado sobre lo que comía. Se trataba de cosas sencillas, de la vida diaria. Una comida de un plato en vez de dos, control de los hidratos de carbono y cuestiones así. «A mí, por suerte, me gusta de todo, no supuso ningún esfuerzo, me da igual comer un plato de arroz que de verduras, no tengo los problemas de otra gente que dice que sin el chocolate no pasa, pues tienes que aprender a pasar si quieres llegar a la meta», recalca. «Tengo que controlar la ingesta de calorías», matiza entre otras cosas.

También hace deporte. A Jhonattan le gusta caminar. No es que haga la maratón todos los días, pero dedica su tiempo a andar. Le vale para controlar la ansiedad. Señala, asimismo, que cada persona es distinta, que la clave no es una fórmula mágica que se toque y ya está. No es así. «Tienes que buscar el deporte que te motive a ti, que te guste hacer, tanto sea nadar, ir en bici, caminar o lo que sea, para que no le cojas asco y lo acabes dejando», señala.

Básico también es el pilar del apoyo familiar y del círculo de amigos, pero aún más convencerte a ti mismo. «Todo el mundo tiene problemas y por mucho que tengas apoyos, que son importantes, si no sale de ti mismo, nunca lo vas a lograr. Tienes que quererlo e ir a por él». A Jhonattan esta filosofía le cambió la vida.

«Quise demostrarme a mí mismo y a mi familia que se puede cambiar»

El punto de inflexión en la vida de Jhonattan se produjo cuando asumió la reducción de peso como un reto irrenunciable. «Lo que me motiva es demostrarme a mí mismo y a mis familiares que, con constancia y fuerza de voluntad y queriendo sí puedes cambiar las cosas». Cuando se dio cuenta de que empezaba a haber resultados, esa convicción creció. «Cuando vi que fui capaz de hacerlo, llegó el momento en que ya era más deseo mío que de ellos», aclara. En la actualidad, Jhonattan, de 1,82 metros de altura, señala que aún está a unos pocos kilos de su peso ideal, pero entiende que ya es suficiente. Ahora toca sustituir la grasa por músculo y esperar la oportunidad de una operación para reducir el exceso de piel.

Al final tantos intentos fallidos están mereciendo la pena. Foto izquierda haciendo el tonto este domingo. Foto derecha, un aniversario de tantos que celebraremos ???? #instafit #motivation #active #dedication #eatclean #fitnessaddict #fit #fitness #fitspo #healthy #instahealth #strong #determination #diet #getfit #instagood #cleaneating #change #FatToFit #healthfitness #fight #neverlosehope #nevergiveup #loveurself #loveyourself #lifestylechange #life #mylife #bepmf #followme

Una foto publicada por Jhoni (@jhoni_newhealthylifestyle) el

Su lucha diaria contra la obesidad la transmite a través de una cuenta de Instagram (jhoni_newhealthylifestyle). Logrado el objetivo de la rebaja de peso, ahora dedica sus esfuerzos al firness.