Feijoo anuncia la exención del impuesto de sucesiones para el 99 % de los gallegos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA

Habrá ayudas de cien euros al mes para los niños que nazcan a partir del 1 de enero en ocho de cada diez familias

14 oct 2015 . Actualizado a las 17:59 h.

Comenzó hablando de la recuperación econonómica, acusando al gobierno de Zapatero de no haber reconocido la crisis y presumiendo de haber dado respuestas reales cuando los ciudadanos «nos esixiron loitar contra a recesión». Y finalizó defendiendo el actual estado de las autonomías y la cohesión social de Galicia. A lo largo de dos horas de intervención, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, defendió en el debate sobre el estado de la autonomía el fin de la crisis y apuntó alguna cifra concreta de cara a los nuevos presupuestos. Los orzamentos del año 2016 experimentarán el mayor crecimiento desde el año 2008, con 400 millones más de euros en el montante global.

Una de las primeras medidas, y que se enmarca en las rebajas fiscales que ya había anunciado el popular, es la reducción del IRPF para la mayoría de los contribuyentes, por lo que Galicia se situará entre las comunidades con menor IRPF autonómico de España para rentas bajas y medias.

El 99 % de los gallegos, adelantó Feijoo, no pagará el impuesto de sucesiones y donaciones cuando hereden como hijos, padres, abuelos, nietos y cónyuges, mientras que el 1 % restante pagará menos. Quedarán exentos de este impuesto los primeros 400.000 euros de herencia.

Otro de los pilares en los que basó su discurso el presidente de la Xunta es la recuperación para las familias y el apoyo a las que peor lo han pasado en la crisis. Uno de los anuncios más llamativos es la puesta en marcha de ayudas directas de cien euros al mes, para cada niño que nazca a partir del 1 de enero del 2016. Huyendo de las críticas a los 2.500 euros universales de Zapatero, la subvención se fijará en base a la renta y beneficiará a ocho de cada diez familias.

En el ámbito educativo Feijoo insistió en el trilingüismo y en mantener las tasas universitarias más bajas de España. Tras las numerosas reivindicaciones de los directores de los colegios en institutos públicos, Feijoo prometió crear plazas de auxiliares administrativos para reducir la carga burocrática de estos equipos directivos.

El rural también tuvo un espacio destacado en el discurso del jefe del Ejecutivo gallego. En el 2016, apuntó, se concretará un programa de impuestos cero en el rural en todos los tributos que son competencia de la Xunta. Poco espacio dejó a la sanidad, sin ningún anuncio llamativo salvo la construcción y reforma de los hospitales ya anunciados, como el de Ourense, Ferrol u O Salnés. Sobre el hospital Álvaro Cunqueiro y las críticas que acumula desde su inauguración, Feijoo insistió en el discurso de que se ha hecho un nuevo hospital en plena crisis «que a área de Vigo non tivo en bonanza».

El conservador dejó dos temas polémicos para el final, el consenso sobre el gallego, roto, y el independentismo catalán. En el primero de ellos volvió a reiterar la necesidad de que la lengua del país no se convierta en una herramienta política. «Non discutamos se unha lingua debe imporse á outra, e analicemos xuntos como sacar o maior proveito ás potencialidades que a lingua nos ofrece».

Sobre las elecciones catalanas y las demandas independentistas, Núñez Feijoo fue tajante, «Galicia non é debedora de ninguén, nin se ve na obriga de resarcir a ninguén por non se sabe qué ofensa. Esa mesma firmeza sírvenos para non incorrer no erro e na inxustiza de confundir a un pobo irmán con algúns dos seus dirixentes».

Tras dos horas de discurso y más de cuarenta intervenciones de los populares para aplaudir a Feijoo, este finalizó, incluso emocionado, asegurando ?non existe maior honra que servir a Galicia, ningunha?.