Los hoteles gallegos baten un récord, pero ganan un 58 % menos que la media española

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El año pasado se hospedaron en la comunidad más foráneos que nunca antes, un 11,3 % más que en el 2012

25 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras tocar fondo en el 2012, Galicia comenzó el año pasado a recuperar turistas. De hecho, junto con Navarra, lideró en España el incremento de viajeros, a la par que consiguió batir su propio récord de visitantes extranjeros recibidos. En el polo opuesto, el rendimiento financiero de sus negocios de alojamiento se situó un 58,2 % por debajo del registrado en la suma de las autonomías. Todo ello, cal y arena, se desprende de un informe, el de coyuntura hotelera, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió ayer.

A lo largo del 2013, en los hoteles de la comunidad (1.520 con 61.718 plazas) durmieron 3.374.6792 personas, un 4,9 % más que en el ejercicio precedente, el dato más positivo desde el 2010. En el mismo período de tiempo, en cambio, en el conjunto del país se produjo un avance cinco veces inferior, de apenas un punto porcentual. No en vano, solamente los establecimientos navarros, con un progreso del 6,4 %, evolucionaron mejor que los gallegos. En la cruz de la moneda, los madrileños, extremeños y manchegos, con caídas, respectivamente, del 6,3, el 1,9 y el 0,9 %.

Analizando la clientela por nacionalidades, además, se colige que el año pasado se hospedaron en Galicia más foráneos que nunca antes: frente a los 734.805 contabilizados durante el último Xacobeo, 826.592, cantidad un 11,3 % superior a la del 2012. Producto de la crisis económica, el negocio doméstico también creció, pero mucho menos, un 3 %, al pasar los viajeros de 2.473.593 a 2.548.200.

Ni tirando los precios

Amén de haz, el estudio del INE tiene envés. Y ahí queda patente, por ejemplo, el problema de sobreoferta que sufre el sector en las cuatro provincias. Como promedio, de enero a diciembre sus hoteles compitieron con los de otras zonas rebajando los precios un 3,5 %, hasta los 52,3 euros por habitación y noche, mientras que en el resto de España ascendían hasta los 72,2, un 1,1 %. Pese a convertirse en los segundos más baratos del país, los locales gallegos hubieron de conformarse con la duodécima posición en el ránking de los más demandados: pasaron el curso con dos tercios de sus cuartos sin inquilino (66,5 %), un porcentaje de estancias vacías que contrasta con el común: 42,7 %.

Como consecuencia de todo ello, la rentabilidad de los establecimientos se estancó. Y eso, partiendo ya de una mala base y ocurriendo en un contexto de progresión generalizada, derivó en unos pírricos resultados. Facturaron por estancia disponible y jornada un promedio de 17,2 euros, 24 menos que los demás negocios de España.