Sospechan que la comida puede proceder de hurtos o de donaciones
22 sep 2013 . Actualizado a las 14:43 h.La semana pasada la Policía Local decomisó latas de conserva -ventresca, bonito y sardinilla-, chorizos, queso y café en un popular mercadillo de A Coruña. Esta semana volvió a confiscar algunos productos, aunque en una cantidad mucho menor. La Policía Local no tiene pruebas que acrediten la procedencia de esos artículos -cuya comercialización no está permitida en la vía pública al no existir una ordenanza municipal que lo regule-, pero fuentes del entorno del mercadillo sospechan que muchos de esos alimentos pueden proceder de hurtos, de camiones accidentados o incluso del reparto que realizan instituciones benéficas. Actuaciones como esta han puesto en guardia a los agentes locales de otras urbes de Galicia. Según informan desde la delegación de La Voz en Santiago, por ejemplo, en la capital gallega aunque no han detectado aún casos de este tipo, prevén aumentar la vigilancia sobre esas prácticas.
Al parecer, la comercialización ilegal de alimentos no es una práctica generalizada todavía en Galicia, pero un trabajo de campo realizado por este periódico ha permitido comprobar cómo se produce en algún mercadillo gallego. Concretamente se ha visto como unas mujeres se dirigían a la encargada de uno de los puestos ambulantes del lugar preguntando algo. Acto seguido, esta sacaba una bolsa de plástico para ofrecerles queso y una lata de sardinas.
Los que realizan prácticas como estas no arriesgan. Ofrecen el género únicamente a aquellos que conocen de antemano porque ya han comprado antes. Hay incluso los clientes que piden directamente un producto a los que están en el puesto. «¿Hay hoy de esto o de lo otro?», suele ser la cuestión. Lo que no pueden acreditar las fuerzas del orden es la procedencia de dichos alimentos.
Que algunos de los productos alimenticios comercializados de modo ilegal en los mercadillos de toda España procedan de hurtos perpetrados en supermercados es una sospecha que manejan desde hace tiempo colectivos como la asociación empresarial Aecoc, que aglutina a fabricantes o distribuidores de productos de todo el Estado. Son conscientes de que no es un problema nuevo. Los últimos datos que manejan a nivel estatal hablan de que el 54 % de los empresarios del sector piensan que la mayoría de los hurtos son perpetrados por bandas organizadas.
Mercado paralelo
Además, un 47 % piensan que los productos sustraídos van dirigidos a la comercialización en mercados paralelos. También destacan que muchos de ellos no son alimentos normales de uso diario, son delicatesen. Aunque estas cifras fueron recabadas en el 2011, desde el colectivo Aecoc aseguran que la tendencia no ha variado mucho en el 2012. Y esta práctica, añaden, supone a las empresas de distribución una pérdida de un 1 % en la facturación. De hecho, han empezado a colocar medidas de seguridad como candados o alarmas en determinados objetos.
En el caso concreto de Galicia, fuentes cercanas a la Policía Nacional también reconocen el aumento de hurtos en supermercados. Basta repasar la estadística que maneja el Ministerio del Interior relativa al primer semestre del año en Galicia para comprobar cómo los hurtos en general aumentaron en la comunidad un 6,6 % con respecto al mismo período del 2012.