Un serio aviso a la sensibilidad de algunos políticos

La Voz

GALICIA

13 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La sentencia dictada ayer por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal que preside el magistrado Félix Alfonso Guevara, polémico en las formas cuando dirige las vistas orales pero con las ideas jurídicas claras, aún no es firme, pero con los sólidos argumentos jurídicos en los que fundamenta el fallo, según los juristas consultados, tiene muchos visos de convertirse en firme cuando el Tribunal Supremo resuelva los recursos que se formulen contra ella.

Si hace un par de años el alto tribunal le enmendaba la plana a la Audiencia Nacional por la ligereza con la que había despachado el juicio contra unos correligionarios de los ahora condenados, es impensable que en un caso como este ignore su propia doctrina sobre lo que se denomina terrorismo de baja intensidad.

La perspectiva de una condena como la que acaba de imponer debiera servir de elemento disuasorio para aquellos que tengan la vocación de salvapatrias. También puede resultar de gran utilidad para aquellos que sientan la necesidad de ensalzar las hazañas de sus gudaris, porque se pueden enfrentar a una acusación por enaltecimiento del terrorismo.

Igualmente pudiera ser motivo de reflexión para aquellos políticos gallegos que testificaron en este juicio, a instancias de las defensas -eso sí, desde el sillón, por videoconferencia- y que dijeron que en Galicia no hay percepción social de que existe terrorismo, aunque se pongan bombas que pueden matar.