¿Baltar contra Baltar?

ourense / la voz

GALICIA

El presidente de la Diputación de Ourense recorta personal que trajo su padre

02 dic 2012 . Actualizado a las 13:36 h.

José Manuel Baltar llegó a la presidencia de la Diputación de Ourense de la mano de su padre, José Luis Baltar. Heredó, entre otras cosas, una sobredimensionada plantilla que está recortando a un ritmo más que notable. Lleva José Manuel 299 días al frente de la institución y ha reducido el número de empleados desde los 900 que encontró al llegar hasta los 756 que, según sus datos, había ayer mismo. Si se pudiera redondear, cada dos días del mandato del joven Baltar han caído dos de las personas colocadas por su padre.

Las condiciones actuales son muy diferentes, razona José Manuel, que deja ahí cualquier asomo de reproche. La bonanza económica se ha esfumado. Es previsible, por ello, que la política de recortes continúe. La tendencia es imparable. No niega que algo habrá, pero no quiso desvelar el presidente planes de recortes ni ofrecer detalles sobre la sugerida posibilidad de un expediente de regulación de empleo (ERE), pero los gastos de personal se verán reducidos en 1,3 millones de euros en el 2013. Rondarán los 27 millones sobre los 66,3 del proyecto de presupuestos del 2013, un 6,6 % menos que en el año 2012, cuando ascendían a 71 millones.

El plan de ajuste para el 2013 incluye la amortización de 28 plazas en la relación de puestos de trabajo (RPT). No se trata de despidos. Son vacantes que se amortizan al estimar Baltar que son puestos prescindibles en una perspectiva de especialización profesional que se someterá en el 2013 a un programa de evaluación de rendimiento de los funcionarios de la institución provincial, con el fin de hacer un control lo más riguroso posible de la actividad profesional, algo a lo que, según enfatizó José Manuel Baltar, «teñen dereito os cidadáns» de Ourense.

Los planes de ahorro incluyen el recorte del 10 % en las dietas de los diputados por asistir a plenos y comisiones. La tijera en las asignaciones a grupos políticos es del 10 %. Este recorte, más simbólico que efectivo, permitirá destinar a otros fines alrededor de 30.000 euros.