Una decena de concellos se vieron salpicados por engordes de censos este año

redacción / la voz

GALICIA

12 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Suele ocurrir en períodos próximos a las municipales. Pasó este año y sucedió también en el 2007. El caso de Arbo trae a la actualidad un fenómeno que no es desconocido en Galicia: los engordes de censos cuando se acercan comicios. Extrañas subidas de padrón que chocan con la tendencia hasta ese momento.

Dos casos saltaban a la luz en febrero de este año en la provincia de Ourense: Calvos de Randín experimentaba una subida del censo electoral del 8,69 % entre enero y diciembre del 2010, y Oímbra, un 6,05 %. En Lobeira, también en Ourense, la oposición denunciaba altas sospechosas. En esa misma provincia, uno de los casos más llamativos ocurrió en Xinzo: allí, el BNG llevó hasta la Fiscalía un escrito para denunciar un incremento injustificado, y uno de los supuestamente mal empadronados era el exdelegado de Medio Ambiente de la Xunta Agustín Prado Verdeal.

En abril, el INE alertaba del sospechoso aumento de residentes en once concellos gallegos -en principio había detectado movimientos dudosos en 39, 35 de ellos en Ourense, descartando después irregularidades-.

Por este mismo motivo, días antes de las elecciones, dos ediles del BNG se encerraron en el salón de plenos del Ayuntamiento de Crecente (Pontevedra) para pedir explicaciones por ochenta nuevos vecinos en el padrón. El engorde de censos salpicó también a A Lama. En la zona de Santiago destaca el caso de A Baña, donde el grupo socialista denunció durante años irregularidades en este sentido por parte del alcalde, que acabó haciéndose de nuevo con la mayoría absoluta tras las elecciones de mayo.

Más altas sospechosas

Un caso curioso fue el de Palas de Rei, en Lugo: en marzo, unos 40 vecinos recibieron una carta en la que se les anunciaba, por parte del entonces alcalde, el inicio de un expediente para darlos de baja en el padrón por no ser Palas su residencia. La oposición consideró que aquellas maniobras respondían a un fin electoral, para que ciertos vecinos no votasen. En la zona de Arousa se habló de censos inflados en Catoira. El portavoz del BNG aseguraba en marzo que tenía constancia de que en los últimos meses se habían dado de alta en el padrón personas «que teñen a súa vivenda en Rianxo, Padrón, Vilagarcía e incluso Vigo».