La casa que está en dos comunidades

GALICIA

Una aldea de Os Ancares, ahora poblada únicamente en el verano, tiene una vivienda en Galicia, dos en Castilla y León y una cuarta dividida entre ambas autonomías

14 abr 2010 . Actualizado a las 11:47 h.

Cuatro casas. Una en Galicia. Dos en León. Y la cuarta, dividida entre ambos territorios. Esas viviendas forman el núcleo de O Portelo, un pueblo fronterizo como Tijuana donde el color del asfalto cambia al cruzar entre provincia y provincia. El presupuesto es el presupuesto. Hace años que ya no vive nadie allí. «Algúns veñen no vrao, nas vacacións, pero hai tempo que xa non hai ninguén todo o ano», cuenta Aquilino. Es uno de los vecinos que, de forma permanente, viven en Castañeiras. Unos doscientos metros y una cuesta lo separan de O Portelo. Cuentan que hace años incluso hubo un crimen. «Hubo varios», puntualiza este vecino. Porque allí, en cada una de aquellas cuatro casas, había un bar. El alcohol, que quitaba el frío, provocó que alguna noche la juerga acabara regular. «Chegaban os dun lado e os de outro, bebían, e claro», comenta.

Pero fue en otro tiempo. Ahora únicamente se oye el golpeteo de una puerta batiendo al ritmo del viento.

Hay poca gente por allí. O Portelo es una prueba del despoblamiento rural que reina en Os Ancares. Lo mismo ocurre en la parte de Lugo y en la que pertenece a León. Los que quedan tienen que recorrer carreteras complicadas para acudir a la tienda o al médico. Pero tienen servicio a domicilio. Pan, pescado, congelados. Todo llega sobre cuatro ruedas hasta la misma puerta.

Un coche aparca junto a una de las casas de la aldea. Lo hace en un pequeño descampado en el que también descansa el motor de una máquina de las que arreglan carreteras. Es una de las que trabajan en la vía que une Pedrafita do Cebreiro con Balboa. Porque para llegar hasta ese pequeño núcleo rural desde la autovía que une A Coruña y Madrid lo mejor es utilizar la salida que hay en el último puerto de la provincia de Lugo y luego avanzar hacia lo alto por esa carretera.

En el coche llega el dueño de la única vivienda de O Portelo que está en territorio galaico. Hace 23 años cerró el bar que tenía para trasladarse al Bierzo. «Tiña unha taberna, pero logo comprei alí no Bierzo e fun para alí», explica Vitorino Comuñas, que ahora es vecino del municipio de Carracedelo. Aunque hace tiempo que cambió de provincia, vuelve de vez en cuando. Todavía es conocido, muy conocido. «¿Quen poñería alí na porta a taza dun váter?», pregunta a su vecino del pueblo de al lado.

Infraestructura

A la tertulia se une el conductor de un segundo coche. Es el alcalde de Cervantes, Benigno Gómez, que viene a ver las obras de la carretera. Para allí para saludar a su ex convecino, que está de paso en la aldea. Vive únicamente a tres kilómetros de la provincia de León. «Non hai moito estabamos moito máis vinculados que agora ao Bierzo», explica el alcalde. Había una línea de autobús y la mayor parte del vecindario iba al hospital a Ponferrada. «Había un sanatorio duns de aquí e era a onde ían todos», apunta. Porque Ponferrada queda mucho más cerca que Lugo, una distancia que también ha acortado la apertura de la autovía que une Madrid con A Coruña.

Un tercer vehículo atraviesa la carretera. Viene de la parte de Balboa. También para unirse a la charla. Es un vecino gallego que tiene pareja en la provincia leonesa. No es el único. Porque el ir y venir entre provincias es constante. Únicamente aprecian el cambio los que se fijan en el asfalto o en el mojón que marca la frontera entre Galicia y Castilla y León.