Mohamed VI concedió el indulto a 7.179 presos -cinco españoles- como medida de gracia porque a su hijo le practicaron el tradicional rito marroquí del corte del prepucio
15 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Cinco españoles nunca se olvidarán del pene del príncipe Moulay el Hasan. Lo tendrán siempre presente porque gracias al apéndice real han podido salir de la cárcel marroquí en la que estaban presos. Si ahora corren de vuelta a España es porque al primogénito de Mohamed VI le practicaron ayer la circuncisión, que en el país norteafricano es un acontecimiento comparable a la primera comunión de los católicos. La liberación de estos cinco españoles -purgaban penas por delitos de tráfico de droga- fue una medida de gracia del rey Mohamed VI, muy dado a este tipo de regalos. Siempre hace estas cosas cuando celebra algo, ya sea su boda, el nacimiento de un hijo o el buen pulso del cirujano que llevó a cabo el corte del prepucio. Son cosas que pasan en Marruecos, centenarias tradiciones que el pueblo alauí acoge gustoso, pero que a las autoridades fronterizas europeas les hiela el alma, ya que se ha comprobado que una gran parte de los presos que salen de prisión por estas medidas de gracia terminan en una patera. Liberados Si sólo fueran cinco presos, todavía. Pero no, son 7.179, que para hacernos una idea es como si en España soltaran de un día para otro al 14% de la población penitenciaria. Gracias que los liberados por Mohamed VI no son ni terroristas, ni psicópatas, ni asesinos de la baraja en serie, sino delincuentes de medio pelo, hombres y mujeres enfermos o que han visto crecer las canas en prisión, portándose como Dios y los carceleros mandan. Entre los marroquíes indultados figuran 534 presos que padecen enfermedades crónicas, 19 mujeres embarazadas, en lactancia o acompañadas de sus hijos, 1.459 presos que han cumplido las cuatro quintas partes de sus condenas y 4.429 que han purgado las dos terceras partes de sus penas. Y menos mal que ahora el rey se cortó, pues cuando nació su hijo, hace dos años, liberó a nada más y nada menos que a 50.000 (la población reclusa española). La fiesta por la circuncisión del príncipe tiene capítulo aparte. Comenzó el jueves, con el rey y su hijo a lomos de un caballo blanco recorriendo las calles de Fez. Y siguió ayer, con la circuncisión del príncipe y de otros 30.000 niños marroquíes. A muchos de ellos les pagó la operación el generoso rey en distintas clínicas, también como medida de gracia. Pero la gran mayoría cayeron en manos de barberos -así denominan a los hombres que se encargan de esta práctica en los pueblos-, cuyas habilidades quirúrgicas parecen rescatadas de un manual de torturas de Fu-Manchú. Los cinco españoles que se beneficiarán del indulto total de sus condenas son María Dolores Párraga García, Alberto Pulido Grande, Ángel Manuel Gutiérrez Bolívar, Ángel Miunera Sánchez y Gregorio Alonso Monge. Todavía quedan 73 reclusos españoles en las cárceles marroquíes.