Los buques también estudiarán la posibilidad de explotar los bancos de reloj anaranjado o palometa roja Dos arrastreros congeladores de Vigo están realizando una campaña experimental en las aguas del océano Índico situadas al sur de Mozambique.
21 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Los buques están sondeando la posibilidad de los bancos de varias especies de alto interés comercial como el róbalo de profundidad, el reloj anaranjado o la palometa roja, entre otras. La misión, que se prolongará durante varios meses, tiene una gran complejidad técnica ya que la pesca se realiza en fondos superiores a los mil metros. La experiencia promovida por la Cooperativa de Armadores de Vigo se desarrolla en las aguas internacionales situadas entre el sur de Mozambique y el norte de la zona de regulación de la Comisión Internacional de Conservación Internacional de Conservación de los Recursos Vivos de la Antártida (CCMALR). Uno de los congeladores se encuentra ya en la zona realizando prospecciones, que prolongará prácticamente hasta final de año. La intención de la cooperativa es que el trabajo del segundo barco comience en febrero y finalice en la primavera, de forma que la actividad de los dos barcos se solaparía. La complejidad de las operaciones exige un alto grado de preparación tanto en los equipos técnicos de los barcos como por parte del personal. Y es que las especies cuya explotación estudia la campaña viven en las cimas de las simas marinas o incluso en las laderas de estas simas, lo que complica enormemente su pesca. El gerente de la cooperativa, José Ramón Fuertes, explica que, al margen de los réditos comerciales de esta misión y la búsqueda de nuevos caladeros, la presencia en la zona responde también a la inminente creación de una organización multilateral de pesca que gestionará y supervisará las pesquerías de la zona. «Países como Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica también están presentes en esas aguas y pretenden tener representación en esta organización. Entendemos que España también y por ello es importante una campaña de estas características», subraya José Ramón Fuertes. Tanto la palometa roja, como el róbalo de profundidad o el reloj anaranjado son especies muy apreciadas en mercados como el estadounidense por su carne muy fina y blanda. En los últimos años han alcanzado precios muy altos que han llamado la atención de las grandes casas armadoras.