También le hace un hueco a otra obsesión: la identificación de lengua y Estado. «Somos uno de los pocos países realmente bilingües en Europa, un caso casi único, unos auténticos privilegiados. Un belga valón no habla flamenco y un belga flamenco no habla francés. En Suiza, uno se va a Zúrich y es muy raro que te hablen en francés, hablan alemán. De la Primera Guerra Mundial leí una historia preciosa. Para muchos soldados fue la primera vez que salieron de su pueblo. En las trincheras no entendían a sus oficiales porque hablaban francés. Hasta bien entrado el siglo XX, en Francia se hablaban los dialectos y lenguas regionales, hoy se perdieron la mayoría. Deberíamos estar orgullosos de vivir en un sitio donde uno puede empezar una conversación en gallego y acabarla en castellano. ¿ Por qué nos tiramos las lenguas a la cabeza? Es una de las cosas que más me irritan de los nacionalismos, entre los que incluyo al español».
LOS GRANDES HITOS DE LA HISTORIA DE EUROPA
Grecia.
«Como el nacimiento de una lengua y una cultura capaces de hacer avanzar el pensamiento en toda Europa».
Roma. «Creo que somos todos hijos del Imperio Romano y estamos siguiendo vías romanas incluso en los lugares donde no estuvieron. La primera vez que hay un concepto político claro de “esto todo es un mismo conjunto”, de personas, aunque sean muy diversas, fue en Roma».
Roma.
Alta Edad Media.
«No sabemos nada de ella al perderse la pista documental, los ingleses lo llaman los años oscuros. Sin embargo, aquí se empieza a crear lo que pienso que es en parte Europa: románico, guías de comunicación y viajes, monasterios, recuperación de la cultura clásica. Paradójicamente, se asocia con la violencia, cuando los años más horrorosos de la historia de Europa, quitando el Holocausto, vienen con el mundo moderno, en los siglos XVI y XVII. La Guerra de los 30 años, la peor brutalidad de la Inquisición. El nombre de la rosa, de Umberto Eco, es una novela maravillosa, pero le hizo un flaco favor a la imagen de esta etapa».
Revolución francesa e Ilustración.
«Aquí nacen la Ilustración y la violencia, también, en cierta medida, los Estados en los que vivimos ahora».
Segunda Guerra Mundial y Holocausto. «Demostró que la brutalidad humana y el odio a otras culturas no tenían límites, y que el mayor peligro de los europeos son ellos mismos», explica Guillermo Altares.
Segunda Guerra Mundial y Holocausto. «Demostró que la brutalidad humana y el odio a otras culturas no tenían límites, y que el mayor peligro de los europeos son ellos mismos».
Unión Europea.
«Es cuando los europeos dicen "se acabó". Hay una ciudad que lo puede resumir todo: Estrasburgo, una de las dos sedes del Parlamento Europeo. Estuvo en disputa durante muchísimo tiempo y hoy lo más natural es coger un tranvía en Francia con tu tarjeta y acabar en Alemania».