Enfermera Saturada: «Sí, las mascarillas con válvula son egoístas»

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Héctor Castiñeira, creador de Enfermera Saturada, acaba de publicar «El guardián entre el ibuprofeno»
Héctor Castiñeira, creador de Enfermera Saturada, acaba de publicar «El guardián entre el ibuprofeno» ALBERTO LÓPEZ

Héctor Castiñeira, que respalda las palabras de Fernando Simón, vuelve con el libro «El guardián entre el ibuprofeno» a hacernos la cura del humor

11 jul 2020 . Actualizado a las 17:20 h.

Tras El silencio de los goteros, y después de medirse contra el covid cara a cara en Madrid (con los medios justos), Enfermera Saturada se refuerza como un clásico del humor, que si no cura, alivia a base de aventuras de hospital.

Héctor Castiñeira (Lugo, 1982), el enfermero detrás de Satu, aborda el tráfico de pijamas en el hospital, los tipos de pacientes (por sus actos les conocerás) y los clásicos de la infancia egebera en El guardián entre el ibuprofeno. Para veranos los de antes. «Cuando tu madre llevaba los filetes empanados en la tartera roja y azul. ¡No sé si es que era el menú oficial de la playa de Miño, que era a la que iba yo! Todos llevaban lo mismo», recuerda.

-La infancia no es lo que era.

-Antes todos teníamos o los pies planos o el ojo vago o nos operaban de vegetaciones. Raro era el que no le tocaba algo. ¡Y luego estaba el que lo tenía todo! Hoy parece que se han corregido esos defectos «genéticos».

­-Pero los niños hoy tienen otros «defectitos»...

-Intolerancia a algún alimento, piel atópica, en alergias te sacan un montón... Ahora vas a cualquier sitio y tienes helado sin lactosa, gominolas sin gluten, y dices: «¡Madre míaaa! Organizar una fiesta de cumpleaños como las que celebrábamos nosotros de pequeños hoy tiene que ser una odisea».

­-Para tartas, las de la abuela, pero las de hace treinta años, con su chorrete de coñac.

-... Que luego el niño dormía una siesta estupenda toda la tarde.

-Con gracia, pero la crítica a la infancia tecno, tecnológica, está aquí...

-Sí, nosotros de niños nos movíamos mucho más. Siempre tenías o la frente cosida o un yeso en la pierna. Hoy los niños se pasan el día con la tablet. Cuando aparece un niño en Urgencias con una fractura uno se escandaliza. Es noticia. Hoy pocos tienen las rodillas peladas.

­-¿Qué tal lo estamos haciendo con el covid?

-Ahora mejor. Hay miedo al rebrote. Pero viendo actuar a algunos, a muchos jóvenes, dirías que se creen inmortales.

­-«El guardián entre el ibuprofeno» es anterior a la pandemia. Y nos advierte que hay pacientes tan buenos como el Satisfyer, apunta Enfermera Saturada, pero otros más difíciles, como los Walking Dead. ¿Cómo son estos?

-Los Walking Dead se pegan a la puerta para que, según abras, meterse todos de golpe. Aunque haya asientos, ¡nada!, ellos se pegan a la puerta para entrar todos a la vez. Luego está el paciente Trivial, o el secretario, ¡que va sin cita! Va por el hospital a organizar la sala de espera. Y si le preguntas a qué hora tiene, te dice: «¡No, no, yo a ninguna!».

-Hay una oscura trama de la ropa sucia en el mundo del hospital, ¿no? Háblanos del tráfico de pijamas...

-Hay que poner ahí a Equipo de Investigación, con Gloria Serra. Cuando estaba en el Sergas, un día dejé a lavar el uniforme y cuando volví ¡me dieron uno del Sacyl!

-Te sientes tú, Héctor, como «El guardián entre el ibuprofeno» en el hospital?

-Con los pacientes sí soy un poco el guardián. Para salvaguardar su salud, su integridad. Si un paciente está dolorido y aparecen 80 personas, debes ser el guardián del paciente, el que queda mal con la familia para protegerle y que no le molesten. Es algo que me pasa mucho con las madres que acaban a dar a luz.

-¿Te piden consulta en Tinder?

-En Tinder no, jajaja, pero en redes es habitual. Si vas a ligar y dices que eres enfermero ¡error! Te dan la noche preguntando.

-Curar es lo que tiene, inspira confianza.

-En redes sí me llegan entre una y dos consultas al día. Desde: «Me duele la cabeza, ¿qué puedo tomar?» hasta «Se me ha roto el preservativo y quiero tomar la pastilla. ¿Cómo tengo que hacer?».

-¿Entonces, pasas consulta en redes?

-¡No! Hacerlo sería una temeridad. Esto de las redes sociales está bien para ofrecer pautas de salud o hacer humor, pero para casos particulares y consultas no. Durante la pandemia me llegaron un montón de consultas, desde qué mascarilla es la mejor hasta «Creo que tengo unos síntomas y mi madre está ingresada... ¿Qué deberían darle, esto o lo otro?». En el estado de emergencia se disparó el número de consultas porque los teléfonos de información decían que estaban colapsados y la gente trataba de buscar información en redes sociales. Pero es una temeridad dar consejos individualizados en redes, sin ver el historial de cada paciente, analizar su caso concreto sin conocer nada sobre él. Con una foto no es suficiente.

-Llevas encadenados más de quinientos contratos y seis aventuras de papel. ¿Lo mejor del turno de noche sigue siendo que no esté la supervisora?

-Cuando salen este tipo de declaraciones luego se me enfadan. «Ah, ¡a saber lo que hacéis cuando no estoy yo!», me dicen, pero sí, sí, lo mejor del turno de noche es que no está la supervisora...

-Las mascarillas FFP2 con válvula son calificadas por Fernando Simón como «mascarillas egoístas». ¿Lo son?

-Sí, sí que lo son. El problema no es que la mascarilla sea FFP2 o FFP3, quirúrgica o de tela, el problema es que la mascarilla lleve válvula, porque cuando llevas esa válvula llevas una válvula de exhalación que para lo único para lo que sirve es para que el hecho de llevar la mascarilla sea más cómodo. Pero los sanitarios en el hospital no las usamos cuando hay enfermos. Cuando echas el aire, si llevas ese tipo de mascarilla, la válvula abre y permite que el aire salga sin ningún tipo de filtro, por eso al final para el resto de la gente es como si no llevaras mascarilla y le echases al otro todo encima. Por eso se llama «egoísta».