AC/DC se resiste a irse al infierno

FUGAS

Emilio Naranjo

En plenos fastos por los 40 años de «Highway to Hell», y entre los rumores de una nueva gira con Brian Johnson, la maquinaria de la banda australiana chirría, pero sigue haciendo caja

16 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevan tres años sin subirse a los escenarios y de su formación inicial solo queda ya su guitarrista y líder Angus Young, pero AC/DC, la banda australiana de heavy metal más famosa de la historia, quiere hacer suyo el título de su -por ahora- último disco: Rock or bust (rock o fracaso): durante el último mes han corrido ríos de tinta con motivo del 40.º aniversario de su disco Highway to Hell (Autopista al infierno), el último que publicaron con Bon Scott; han lanzado varios vídeos y fotos inéditas en las que aparecen emotivas imágenes de los difuntos Scott y Malcom Young; y, sobre todo, han protagonizado otro capítulo de uno de los rumores más extendidos dentro de los corrillos del rock: el de su posible regreso, con una formación histórica en la que estarían Brian Johnson, Phil Rudd e incluso Cliff Williams, para hacer una gira con nuevo disco y despedirse a lo grande de medio siglo de éxitos. Por lo que se ve, AC/DC quiere correr de nuevo a toda velocidad por la autopista del éxito, esa que nunca ha abandonado, aunque sea con el chirrido de fondo que hace toda maquinaria con mucho uso.

Y no sería extraño que Angus y compañía consiguiesen salir airosos una vez más de una situación que los coloca al borde del abismo: si AC/DC logró llenar estadios en el 2016 con un obeso e irreconocible Axl Rose (ex Guns and Roses) sustituyendo al casi sordo Brian Johnson y sentado en una silla porque se había roto una pierna poco antes de comenzar la gira, todo es posible.

La capacidad del grupo para regresar de momentos complicados es bien conocida por sus millones de fans, que estos días rememoraban, con motivo del aniversario del Highway to Hell, como la muerte del mítico Bon Scott abrió una nueva etapa inaugurada por el Back in black (el disco que más han vendido) que coincidió con la explosión definitiva de AC/DC en el star system.

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La marcha del batería Phil Rudd, en su día, la de Cliff Williams, después -«creo que ya estoy listo para dejar la carretera», se excusó el bajista, que llevaba en la banda desde 1978- y el llorado adiós de Malcom Young, que falleció tras una dura enfermedad que le había obligado ha retirarse en el 2014, tampoco pudieron con los australianos, pero la salida de Brian Johnson, su cantante, afectado por el exceso de decibelios que ha sufrido durante décadas, puso al grupo al límite de su capacidad para levantarse de las desgracias. Solo quedaba el extraordinario talento de Angus y su uniforme de colegial en un rostro que no podía ocultar el paso del tiempo. Aunque consiguieron recaudar nada menos que 150 millones de dólares en esa gira con Axl Rose al micrófono, también es cierto que en algunos conciertos hubo problemas porque los fans más ortodoxos pedían la devolución de sus entradas. Después de salir más o menos airoso de este (de momento) último reto, el futuro de AC/DC quedaba en el aire, al menos como grupo en directo. Pero hace unos meses unas fotos de Angus Young, Brian Johnson y Phil Rudd en la puerta de los Warehouse Studios en Vancouver (Canadá), donde han grabado sus tres últimos discos, han levantado de nuevo la liebre. En las imágenes también aparece el guitarrista Stevie Young (sobrino de Angus) y el productor Mike Fraser, que ha trabajado estrechamente con la banda en los discos que publicaron desde comienzos de los noventa.

Hay teorías para todos los gustos: que si Brian Johnson (que ha hecho algún bolo con Muse y se la ha visto en buena forma) participará en el disco, pero que será Axl Rose el frontman en una hipotética gira, que si los miembros vivos de la formación se reunirían en un tour de despedida, que el Rock or Bust World Tour fue el fin del grupo en directo... Lo que no parece, en cualquier caso, es que AC/DC se vaya a ir de momento al infierno.