Un capricho que ahora lo es de todos

FUGAS

cedida

El curtido trío compostelano se estrena con maestría y solvencia en formato vinilo y evidencia que el suyo es un género que no tiene por qué mirar solo al pasado

08 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con Tornado se ha quitado Martín Esturao una espinaza. Había editado el músico compostelano hasta ahora una docena de cedés pero no tenía ni un solo disco en formato vinilo. La pasión asoma a su discurso cuando relata el ritual que supone sacar el vinilo de su carpeta, colocarlo en el plato, dejar caer la aguja sobre el surco y escuchar el chisporroteo previo a los primeros acordes. De acuerdo maestro, pero ¿y a partir de ahí? Pues a eso vamos.

A partir de ahí se amplifican e intensifican las emociones. Mad Martin Trío despachan ocho canciones que en su conjunto trascienden la etiqueta rockabilly. Cierto es que algunas, como la que abre la cara A -qué entrañable descripción-, Shakin’ under my skin o Cadillac hearse tienen ese regusto a clásicos y aromas johnnycashianos, tan propios del trío, pero las hechuras contemporáneas con las que han sido revestidas hace imposible e impensable hablar de revival, un fantasma que ineludiblemente asoma cuando alguien pone su guitarra en aquellos sonidos pioneros del rock and roll. Mad Martin huye del revival como del demonio y aunque su guitarra, su estética y su tupé evocan el blanco y negro, su música está llena de tonalidades multicolor.

Tornado se escucha de principio a fin sin apenas tomar respiro, como uno de esos libros que no eres capaz de abandonar. Cierto, son solo ocho canciones. Pero no hay dos iguales. Unas coquetean con el swing, otras con el boogie woogie, con el country y, por supuesto, con el blues. .

El vinilo toma su título de una canción de The Jiants de 1958. «Es uno de mis temas favoritos desde hace mil años y nunca la había versionado», confiesa Estuarao. El disco incluye además otras cuatro versiones, o mejor dicho, cuatro adaptaciones, a cada cual más sugerente. El Confesiones de un comedor de pizza, una excentricidad que compuso y grabó en clave de rockabilly Ariel Rot; Bet on Rock and Roll de los añorados Más Birras que también llegaron a grabar Héroes del Silencio; el incombustible clásico Milk & Alcohol de Dr. Feelgood y, ahí es nada, el Ace of Spades de Motörhead.

De la armonización y el encaje del sonido del disco se ha encargado Mike Mariconda. «Lo escogimos porque nunca se pasa de producción. Tiene los conceptos muy claros, trabaja rápido y no se anda por las ramas», explica Mad Martin. Y así fue. El disco se grabó en dos días, en analógico y con microfonía de los años 50. Y se mezcló en una tarde. Quién lo diría a tenor de la pulcritud y brillantez del resultado.

Mad Martin, Lolo Logan y Guillermo El Califa están de vuelta. Dicen que grabaron este disco por capricho. Tras escucharlo no está de más concluir que es ya un capricho de todos.

MOLUSCO DISCOS

Tres temas propios, cinco versiones y un «bonus track»

MAÑANA, 13.00. SANTIAGO. ROCK CAFÉ. GRATUITO