«Me consta que se hizo presión desde Bruselas»

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

Sanllehí cree que su caso es único en España.
Sanllehí cree que su caso es único en España. ayuntamiento de < / span>castelló< / span>

El regidor destaca como pilares de su éxito la coordinación vecinal, la actitud de la UE y la singularidad de su caso

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ampuria Brava es uno de los pocos núcleos de España que logró, con su inclusión nominal en el anexo de la Ley de Costas, regularizar su situación.

-¿Cómo surgió su problema?

-Ampuria Brava se comenzó a edificar hace 40 años con la apertura de canales y edificación de chalés al lado. Las fincas se registraron con escrituras públicas ante notario y los amarres formaban parte de la propiedad. En esos 40 años estábamos convencidos de que los amarres también eran parte de esa propiedad privada. En el 2008 el Estado procedió al deslinde de esta zona y entonces, estas propiedades quedaron partidas y todos los amarres afectados al aplicar la ley de 1988.

-¿En qué les perjudicó este deslinde?

-Primero en la devaluación de la propia finca, porque una cosa es que usted compre una finca con posibilidad de amarre y otra que no lo tenga. Las fincas tenían un valor superior hasta el 2008, porque tienes un párking para desembarcar en tu propia casa. Con ese deslinde, el precio cayó en picado porque se perdió el atractivo principal de la finca. En segundo lugar, en cualquier momento el Estado podía venir y apropiarse del terreno dentro de esta línea imaginaria y, en tercer lugar, estaban aquellas construcciones donde se veían afectadas parte de la vivienda construida y que el Estado podía obligar a derribar.

-¿Hubo demoliciones?

-No, pero siempre cabía la posibilidad porque la Ley así se lo permitía al Estado.

-¿Cómo se compaginaban la ley estatal con la autonómica?

-Nosotros teníamos un plan urbanístico en el cual ya se recogían los mismos principios que la Ley de Costas y se reconocía el núcleo. Pero en este sentido, hay dos interpretaciones distintas en el ámbito del canal. El Estado cree que se debe aplicar la Ley de Costas y la Generalitat dice que Ampuria Brava es un puerto artificial y que lo que rige es el reglamento de marinas interiores de Cataluña. En esta reglamentación había artículos específicos que permitían las edificaciones preexistentes y solo se dejaba una franja de servicios náuticos de un metro, que se respetó desde su origen.

-Dígame algún caso concreto de problemas antes de la reforma legal.

-Algunos chalés situados a menos de seis metros de la lámina de agua quedaron partidos. La línea les pasaba por el medio del comedor de la casa, o por parte de los jardines, o por las habitaciones y todos los amarres quedaron también afectados. Esto provocó una protesta popular muy grande y se crearon asociaciones de vecinos.

-¿Cuál ha sido su forma de afrontar esta cuestión desde el Ayuntamiento?

-Siempre se le pidió a Costas que entendiese que este es un caso absolutamente singular, que no es comparable con ninguna otra parte del Estado.

-¿Conoce el caso gallego? Aquí también se esgrimió el argumento para las rías, pero el ministerio no atendió la petición.

-No conozco el caso gallego ni sé por qué no se les tuvo en cuenta. Yo lo que sé es que me he pasado muchas horas en Madrid, con muchos directores generales y con algunos ministros y también me he pasado muchas horas en la Dirección de Costas en Gerona intentando convencerles. Desconozco la voluntad del legislador cuando ha recogido esto para Ampuria Brava, pero aquí hemos luchado muchísimo, y no solo el Ayuntamiento sino también los vecinos. Aquí hay muchos extranjeros, alemanes, ingleses, franceses y me consta que algunas de estas asociaciones, porque íbamos coordinados, hicieron presión en eurodiputados de sus países en el Parlamento Europeo. Me consta que desde Bruselas se instó al Estado a solucionar el problema de Ampuria Brava. No sé si esto ha sido lo que ha contribuido a darle esta especificidad en la ley o si es que han tomado conciencia de esta singularidad. Lo desconozco.