«Remaré 1.200 km con la tabla»

Xavier Lombardero

FIRMAS

El surfista Óscar García Alonso pretende recorrer la costa gallega en solitario. Remará desde Ribadeo hasta A Guarda en 13 etapas y recaudará fondos para ayudar a niños autistas

02 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El ribadense Óscar García Alonso es uno de esos locos del surf que no necesita irse a las antípodas para buscar las olas y retos que le pide el cuerpo. Más bien se los encuentra en casa, sin olvidar el lado solidario de su pasión. El nuevo desafío, Desafío Galicia 2013, consiste en recorrer la costa de Galicia remando sobre una tabla hueca de madera, algo más grande que las habituales del surf, en la modalidad Stand Up Paddle. Pretende conseguirlo en junio a una media diaria de entre 35 y 40 kilómetros.

Óscar dice que nunca se ha conseguido, y eso que hace unos años lo intentaron unos piragüistas vascos. Él se cree preparado y la meteorología será la mejor en esa época. Asume que habrá tramos muy duros, por la orografía, y porque la gallega es la costa más ventosa de Europa: «Desde Cariño a Valdoviño será difícil, mentalmente es la más complicada porque, debido a los acantilados, desde tierra no podrán seguirme y grabarme como en el resto del litoral». Necesitará unas 12 horas para superar Cedeira en esa jornada y por ello entrena a tope. «Frente a Muxía, Malpica y Camelle también se presume duro, pero, si ese día el mar no está en condiciones, lo aplazamos unas horas. No es una prueba de velocidad».

Su aventura necesitará dotes que exhiben Calleja o David Cal. Eso sí, va a partir de una de las playas más famosas y agitadas del mundo, la de Augasantas (famosa como As Catedrais) y tendrá apoyo de muchos otros colegas piragüistas y surferos, hijos del viento y de las olas a los que ha ido conociendo desde que paleara con los ribadenses de Altruán, para luego fundar el Club de Kitesurf y Sup Augassantas kite.

Desde el 2008 se volcó en la difusión de los deportes de deslizamiento sobre el mar, organizando el Festival do Vento para kitesurfistas. Y lo que fue un primer contacto con niños autistas de la Asociación Raiolas se amplió el año pasado a dos meses de actividades para ellos. «Estoy reuniendo patrocinios como Toro Loco, Makoa, Ditram, Sport 2 Help... pues, como no hay subvenciones, con este desafío buscamos captar fondos y donaciones para que niños con autismo, asperger y down puedan seguir disfrutando con nosotros en verano del surf en las playas de Lóngara y Altar». «En la emblemática de As Catedrais, imposible por las corrientes -dice-, es bonita para ver y sacar fotos, pero no para entrar con la tabla». Y eso que es un experto, pues, ayudándose de una vela, con el kitesurf, es capaz de volar de As Catedrais a San Cibrao en una hora. Para llegar a A Guarda, mejor remando. Un amplio equipo le ayuda: el ingeniero y carpintero Vicente Martín construye dos tablas de 84 kilos, con madera laminada de eucalipto y okoume. El surfero cántabro Óscar Ruiz le ayuda en la preparación física y la alimentación. La fisioterapeuta María Jesús Paleo mantendrá su musculatura descargada. Todo para culminar un sueño: «Remaré 1.200 kilómetros con la tabla, 786 de ellos por la costa coruñesa».