El día que la Costa da Morte se echó a la calle en Madrid

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

Un autobús que partió de Vimianzo iba lleno
Un autobús que partió de Vimianzo iba lleno JOSE MANUEL CASAL

Un millar de vecinos se manifestaron por la gestión de la catástrofe

23 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Tal día como hoy de hace diez años, un domingo de febrero en el que la fecha del 23-F resonaba mucho más de lo que lo hace hoy, más de un millar de vecinos de la Costa da Morte se echaron a la calle en Madrid. Sobre decir que fue la mayor manifestación de la comarca fuera de las fronteras propias, e incluso está entre las más elevadas de la historia reciente.

Con el hundimiento del Prestige aún reciente, Nunca Máis convocó esa protesta para criticar la gestión de la catástrofe. Y se echaron a la carretera numerosos autobuses de toda Galicia (16 contabilizados en la zona), pero también muchos vehículos particulares.

La mayoría habían partido sobre las 23.00 horas del sábado. Dormir durante el trayecto fue complicado, pero algunos lo consiguieron. Los que no, vieron algunos copos de nieve al atravesar Castilla, los vídeos que pasaban o aprovechaban para bajar en Zamora o Tordesillas, las paradas programadas.

El destino estaba en Atocha, de donde partiría una marcha que subiría por el paseo del Prado hacia Cibeles, y desde allí, por Alcalá, hacia la Puerta del Sol. Una gran marea, procedente de varios puntos de España se reunió en el trayecto poco a poco. ¿Cuántos? 300.000, según las cuentas de varios medios; 100.000, para la Delegación del Gobierno, y un millón, para los organizadores.

Por Recoletos aparece el muxián Coque Toba, vestido de Quijote. Escritores como Manuel Rivas, actores como Nancho Novo, Miguel de Lira o Víctor Mosqueira, humoristas como Farruco, políticos como Evencio Ferrero, Rafael Mouzo, Manuel Antelo, Marisol Soneira, Manuel Muíño, o Félix Porto.

Grupos de amigos, marineros, jóvenes entusiastas portaban pancartas, algunas genéricas, otras identificando el municipio de procedencia. Había instrumentos, cánticos, gritos.

Poco después de las 15.00 horas, algunos autobuses comenzaron a regresar. Otros lo harían después. La última parada se realizó en Vega de Valcarce, ya a las puertas de Galicia, con todos hablando de lo mismo.

10 años de la protesta del «prestige»

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