«Fui gaiteiro hasta los 14 años»

Jorge Lamas Dono
JORGE LAMAS VIGO / LA VOZ

FIRMAS

M. MORALEJO

El músico vigués repasa su vida artística en el camerino de La Fábrica

17 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«A mí, el rollo del rock and roll me gusta y he tenido la suerte de poder vivir en él». Es Eladio Santos quien lo afirma. Tras su poderosa barba se encuentra un músico sensible y radicalmente positivo, que ha permanecido fiel a sus virtudes a pesar de su largo peregrinaje en la búsqueda de su lugar en la música.

«Yo soy de la Doblada y, de pequeño, lo que me gustaba y creía que era mi vocación era la astronomía», recuerda el líder de Eladio y los Seres Queridos. «El primer sueldo que gané en mi vida fue dando un curso de astronomía en un campamento de verano; controlo bastante el cielo del verano y me sigue interesando mucho, pero cuando vi que había tanta matemáticas y física me echó para atrás». Y el mundo ganó a un excelente hacedor de canciones, que antes de llegar a asociarse con los Seres Queridos realizó un largo recorrido.

«Todo empezó en 4º de EGB, cuando un chico trajo una gaita a clase, porque yo fui gaiteiro de los 9 a los 14 años», afirma orgulloso. «Entonces, lo más cool era Emilio Cao, como nos recordaba Siniestro Total», matiza Eladio Santos. Las molestias ocasionadas por el sonido de la gaita en el vecindario convencieron a Eladio de que la guitarra tenía más posibilidades.

Juerga General

«El primer grupo que tuve fue con Pedro Berbel, se llamaba Juega General; entonces nadie se planteaba tocar bien, y tener una guitarra eléctrica en casa era un lujo que yo tenía», explica el músico. Un concierto en el Teatro Salesianos de Desvirgheitors, con sus botas Martins, epató a nuestro músico durante una temporada. «Yo tampoco era muy punky, era más retro y decían: A Eladio lo que le gusta son los grupos hippys, y fue cuando aparecieron los Foggy Mental, fue el primer grupo en el que empecé a flipar con la música». Pero no el único.

Llegaron después Brandell Mosca, Los Tres Sudamaricones, Tony Lomba & Elio Santos, Starlux, Medusa y por fin Eladio y los Seres Queridos, no sin antes eludir su propio nombre y situarse en su antónimo Elodio.

Y con todo, «no sé ahora mismo si vivo de esto o no». Recuerda Eladio Santos, que entre los veinte y los treinta y cinco años, «siempre he tenido momentos de vértigo, de pensar si esta era una forma de vida y esas cosas, pero, por otro lado, creo que se trata de eso, creo que hay que ser un poco flipao, si no se es un poco inconsciente no acaba uno de vivir de la música».

Y en esas está, aunque en la actualidad, no deja de presumir de dos hermosas niñas, que le han cambiado su ritmo vital y laboral. «Antes, me acostaba muy tarde y me levantaba muy tarde, pero ahora hago más cosas; me sigo acostando tarde y me levanto temprano. Aprendí mucho a valorar el tiempo».

La ciudad de la música

Inevitablemente, la visión que Eladio Santos tiene de Vigo está relacionada con la música. «Vigo sigue siendo la ciudad de la música», afirma. «Tocamos normalmente en ciudades grandes, pero aún así no se pueden comparar y siempre les pongo a la gente de fuera el ejemplo de que en Vigo hay una zona, que se llama Churruca, y que en un radio de 100, 120 metros hay cuatro conciertos el sábado y más si te metes en jazz, folk, etc; para ser una ciudad de 300.000 habitantes, tiene una agenda brutal». Como brutal es la atracción por Internet y las redes sociales donde se muestra como un internauta muy activo, aunque consciente de su utilidad. «No es la realidad, pero sí que te ponen en contacto con mucha gente», concluye.