Entre islas, de Singapur a Bali

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

cedida

Diego Santos González es sociólogo y se dedicó estos últimos años a promocionar el turismo de España en los países del sudeste asiático

05 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Diego Santos es licenciado en Sociología, tiene 27 años y lleva prácticamente desde los 18 fuera de su Pontevedra natal, alternando y compaginando estudios y trabajo. Madrid, Birmingham (Reino Unido), Louvain la Neuve, en Bélgica, fueron sus primeras paradas, hasta que dio con sus huesos en Singapur, a donde llegó en abril del 2010. Después de hacer un máster sobre cooperación internacional, le concedieron una beca de Tourspain, organismo encargado de promocionar el turismo de España en el exterior, para trabajar durante dos años en la oficina de la isla-estado del sudeste asiático. Su contrato acaba de finalizar y ahora se encuentra en Bali, trabajando en su tesis doctoral sobre las perspectivas de desarrollo turístico en relación con el surf, deporte al que es un gran aficionado además de monitor.

«La situación laboral en España no se la voy a descubrir a nadie y para mí fue una gran oportunidad conocer el turismo desde el punto de vista institucional y en un mercado tan interesante». Singapur pasa por ser el cuarto centro financiero más importante del mundo y juega un papel preponderante en el comercio y la economía internacional.

Según explica, la oficina del Instituto de Turismo español en Singapur tiene tres departamentos, el de información, el de comunicación y márketing, y el de análisis de mercados, con los que colaboró estrechamente en contacto directo con las agencias y turoperadores. «En mis últimos días en la oficina se estaba cerrando un viaje conjunto de prensa y familiarización para que varios de los editores y agentes más influyentes en Filipinas visitasen las Rías Baixas, como parte de un viaje por España, patrocinado por Tourspain y Singapore Airlines».

Diego aclara que la oficina regional de Tourspain se encarga allí de siete mercados: Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas y Singapur. «Eso requiere mucha carga de trabajo y planificarse muy bien, al funcionar con husos horarios muy diferentes».

En esta zona geográfica tan lejana, Galicia no es muy conocida, «pero trabajamos para que esa situación cambiase y en el 2010 impulsamos la creación de un consorcio de TTOO en Filipinas para hacer el Camino de Santiago francés con resultados bastante positivos». Además, siempre que ha podido él mismo se ha afanado en «recomendar Pontevedra a los turistas asiáticos como capital del Camino Portugués y los muchos atractivos que tiene esta ciudad, como dos restaurantes estrellas Michelín en un radio de 20 kilómetros, pues el gourmet es muy importante para ellos».

Diego Santos asegura que la vida en Singapur no le produce ningún tipo de choque cultural al ciudadano europeo. «Esto es debido a varios factores. El primero es que es una ciudad-estado muy desarrollada, cosa que no sucede en otras capitales de los países vecinos como Indonesia o Malasia, donde las calles están atestadas de motocicletas muy contaminantes y con pobreza por todas partes. Aquí, aunque hay pobres, tratan de esconderlos, se respira glamur y los singapureses lo asocian con Europa, están occidentalizados a su manera».

Como curiosidad, le llamó la atención que «en una ciudad en la que no hay variaciones térmicas -la mínima histórica es de 22 grados- haya tiendas de ropa de invierno, o que la gente vaya abrigada por la calle».

Una de sus peores experiencias fue el haber sufrido dengue, una enfermedad tropical muy peligrosa. «Menos mal que tenía seguro internacional de viajes, porque aquí la sanidad es privada, aunque el gobierno de Singapur subvenciona ciertas cosas, y mi factura por 5 días de hospitalización era de 3.000 euros».

A Diego se le acabó su contrato en Singapur en abril y decidió irse a Bali, donde vive desde hace par de semanas. «Estoy aprovechando para trabajar en la parte más práctica de mi doctorado, aplicando técnicas de investigación social sobre el terreno para mi tesis, que lleva por título Perspectivas de desarrollo turístico a través del surfing». Piensa volver pronto a España y su deseo es seguir vinculado a instituciones de turismo.