Un estudio dice que el producto, que tiene en Galicia denominación de origen propia, está presente en dos de cada tres estrellas Michelin
16 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Lejos quedan ya los tiempos en que la castaña se destinaba a saciar el hambre en plena posguerra. Ahora se cuela en los fogones más selectos de España. Convertirla en un ingrediente indispensable en los restaurantes más lujosos es un objetivo que va camino de convertirse en realidad. Casi dos de cada tres restaurantes españoles con estrella Michelin tienen en su carta algún plato con este producto, según un estudio realizado por la empresa ourensana Cuevas, pionera en el tratamiento culinario del producto.
En los locales donde se elabora alta cocina se puede degustar ya incorporada a menestras, cocidos con costilla de cerdo, e incluso para acompañar bebidas dulces o como base para elaborar empanadas. En el restaurante A Rexidora, de Ourense, se sirve además un pan elaborado con harina de castañas.
Este producto, con denominación de origen propia en Galicia, se ha ganado un hueco en los paladares más exigentes. Y no solo por el popular marron glacé. El Grupo Cuevas acaba de lanzar una nueva línea que ofrece doce maneras de consumirla: confitadas, en puré, en salsas, en rellenos, como guarnición o como cremas dulces para postres. Esta línea no solo se encuentra en restaurantes, sino también en pastelerías y tiendas gourmet, lo que hace posible su consumo en casa. La ventaja de esta nueva generación de productos es que no tienen tratamientos químicos ni aditivos.
El valor de la castaña y sus beneficios para la salud son poco conocidos. Es un fruto no alergénico, tolerado por celíacos y poco calórico por su alta porción de agua. Contiene hidratos de carbono, fibras, vitaminas del grupo B y C, selenio y potasio.
El Grupo Cuevas, que nació en 1944, es una referencia en el mundo de la castaña. Así lo atestigua su liderazgo a nivel nacional en procesado. Exporta a 26 países de los cinco continentes y entre sus últimas conquistas en el mercado están tiendas y pastelerías selectas de Siria, Israel o Kuwait, aunque es en Latinoamérica donde su presencia es más fuerte. Además trabaja en varias líneas de investigación para incorporar derivados de castaña a platos internacionales de cocinas europeas. Su equipo de I+D+i investiga, de forma paralela, sobre novedosos productos con este fruto.