Alicia García Cabezón: «Nunca se besa ni se abraza ni se coge en el colo demasiado a un bebé»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Defensora del «colecho», el porteo y el «instinto» maternal en la crianza de los niños, en pocos días abrirá en Ferrol un centro de salud sexual y reproductiva para la mujer

07 mar 2021 . Actualizado a las 08:25 h.

Alicia García Cabezón se muestra rebosante de alegría, como si alguien le acabase de inyectar una generosa dosis de ilusión y entusiasmo. No es para menos. Tras dieciséis años trabajando en centros del Sergas como enfermera -los últimos seis ejerciendo como matrona-, esta ferrolana del 82 pondrá en marcha muy pronto su propio centro de salud sexual y reproductiva para la mujer. Lo ha bautizado como Cala -la flor preferida de su madre, fallecida el año pasado- y abrirá sus puertas después de Semana Santa en la calle Galiano de Ferrol. «No solo estará orientado a las embarazadas, sino que también haremos citologías, valoración del suelo de pélvico y asesoramiento de lactancia, además de ofrecer consultas sobre problemas en la menopausia o molestias en las relaciones sexuales», avanza Alicia sonriente.

En el centro que pronto abrirá también organizará talleres grupales de preparación al parto o fortalecimiento del suelo pélvico. Y además contará con profesoras para dar clases de yoga y danza oriental prenatal, «que es fantástica para las embarazadas por sus movimientos pélvicos», comenta frente a una infusión de frutas exóticas en la terraza de La Première.

Alicia habla con una energía casi contagiosa, demostrando auténtica pasión por su profesión. Me cuenta que siempre le gustaron los niños y por eso comenzó la carrera de Medicina. «En tercero pasé por un mal momento y decidí colgarla para hacer Enfermería, y la verdad es que no hubo ni un solo día en el que me arrepintiese, porque estoy donde tengo que estar», dice convencida. En el campus de Esteiro cursó la carrera, y cuando le llegó la hora de hacer las prácticas de la asignatura de materno-infantil, Alicia tuvo la suerte de toparse en su camino con Isaura González, una de las matronas más apreciadas de la comarca. «Es mi alma máter», dice con admiración hacia su mentora. A su lado, haciendo las prácticas, tuvo una revelación: «La primera vez que toqué la barriga de una embarazada fue en su consulta. De repente, el bebé dio una patada y me emocioné tanto que me eché a llorar. Ahí supe que quería ser matrona».

Como su maestra, Alicia defiende la lactancia materna, el colecho, el porteo y el «apego seguro». «No es una cosa de hippies, hay muchísimos estudios científicos que avalan sus beneficios, aunque yo jamás demonizaré a una madre que no practique el porteo o prefiera dar un biberón. Las decisiones son personales, pero hay que tomarlas estando informadas», aclara.

 

No ceder a las presiones

Alicia está convencida de que las mujeres deben seguir su instinto natural en la crianza de los niños, sin ceder a las presiones del entorno. «Si tu bebé está llorando y tu instinto como madre te dice que debes cogerlo para consolarlo, ¿por qué no lo vas a hacer? ¿Porque un señor que no lo conoce de nada te dice que es mejor dejarlo llorar? Nunca se besa ni se abraza ni se coge en el colo demasiado a un bebé», sentencia con vehemencia.

Ese «señor» que no quiere ni mentar es el autor de un best-seller sobre un controvertido método para enseñar a los niños a dormir, y frente a sus tesis, Alicia recomienda las obras de otros expertos a los que admira, como el pediatra Carlos González, autor de Bésame mucho, o la matrona Alba Padró, que firma el libro Somos la leche.

En Cala, Alicia intentará poner en práctica algunas de sus enseñanzas. Y también luchará por que las mujeres tomen conciencia sobre la importancia de cuidar su salud. «Durante muchos años nos han hecho creer que nos tenemos que aguantar si sufrimos endometriosis o pérdidas de orina, porque es algo ‘normal' en las mujeres, y no es así. Son problemas que tienen solución y se pueden tratar».

Alicia confiesa que es muy «niñeira» -tanto con sus hijos, Dani y Gonzalo, como con los de los demás-, forofa de la música, aficionada a la danza, optimista por naturaleza... Y apasionada de su ciudad. «Me irrita mucho que haya gente que diga que Ferrol está fatal y siempre se esté quejando de todo. Tenemos una ciudad estupenda y debemos apostar por ella».