La red ferroviaria convencional suma una media de 750 incidencias al año

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Operarios trabajando en el socavón de Frieira, en la línea del Miño, hace dos semanas
Operarios trabajando en el socavón de Frieira, en la línea del Miño, hace dos semanas vítor mejuto

La línea del Miño y del norte, y Ferrol-A Coruña-Lugo son las más afectadas

05 ene 2021 . Actualizado a las 18:27 h.

La línea Ferrol-Betanzos-A Coruña-Lugo volvió a estar cortada ayer por la caída de un árbol. Hace unos días, en esa misma línea descarrilaba un tren -sin daños personales- debido a un desprendimiento. Semanas antes, un socavón cerca de A Coruña volvió a interrumpir la circulación en esa misma línea, y otro más grave mantuvo cortada una semana la vía entre Ourense y Vigo, una línea del Miño que volvió a cerrarse al tráfico poco después por la caída de otro árbol.

Todas estas circunstancias reflejan el efecto del mal tiempo sobre la red ferroviaria convencional gallega, pero también su deficiente mantenimiento en los últimos años, lo que ha llevado a que desde el 2013 la media de incidencias con efectos sobre la circulación de trenes ascienda a 750 al año. El último ejercicio con registros oficiales es el 2017, precisamente el año con más sucesos, un total de 825. No todas las incidencias llevan aparejada el corte de la vía, pero todas suponen retrasos en las circulaciones de trenes. Las líneas más afectadas son: León-Monforte-Ourense-Vigo; Ferrol-A Coruña-Lugo-Monforte; y la línea de ancho métrico entre Ferrol y Ribadeo (antigua Feve).

La situación refleja la escasa fiabilidad de las líneas convencionales gallegas y el profundo contraste con los trazados de alta velocidad que ya están en funcionamiento en Galicia (el eje atlántico y Santiago-Ourense), con apenas incidentes reseñables. Las líneas más afectadas coinciden con las que recibieron menos inversiones en los últimos años.

Esta situación ya fue analizada por Ineco, la empresa pública de ingeniería, en el Plan Director elaborado por encargo del ADIF con el objetivo de detectar los puntos débiles de estas infraestructuras de cara a perfilar las inversiones que serían necesarias para ganar fiabilidad en las líneas que forman parte del corredor atlántico transeuropeo de mercancías, para el que hay ayudas europeas previstas. La línea central de este corredor en Galicia es León-Monforte-Ourense-Vigo, una de la más afectadas por incidencias y cortes de circulación.

«La red gallega viene presentando incidencias debido al mal estado de la infraestructura y vía, que obliga a tomar medidas de fiabilidad mediante numerosos cambios y limitaciones de velocidad a lo largo de las distintas líneas, presentando una disminución de sus prestaciones iniciales que penalizan considerablemente la competitividad del transporte ferroviario», se aseguraba en este informe terminado en octubre del 2018.

La climatología adversa influye en casi toda la fenomenología de incidencias registradas por Ineco con datos del ADIF. Así, el 76,6 % se debieron a fallos en las instalaciones de control y gestión del tráfico, por deterioro de los sistemas. Un 19,7 % se produjeron por complicaciones en la infraestructura y las vías. «El mal estado de las explanaciones y de diversas estructuras y túneles hacen que las incidencias sean frecuentes y supongan en muchos casos limitaciones de velocidad o incluso cortes temporales para su reposición, lo que limita de forma importante las condiciones de explotación», se concluía en el informe.