El Racing os declara marido y mujer

FENE

MARISA RIVAS

Dani Yáñez y Miriam García completaron el álbum de boda sobre el césped de A Malata: «Cuando nos abrieron las puertas del estadio, dije: "Bienvenidos al templo"»

17 nov 2017 . Actualizado a las 07:46 h.

El pasado 23 de septiembre sonaron campanas de boda en la iglesia de Magalofes, en Fene. Al día siguiente, el Racing ganó por última vez esta temporada. «¡No me había dado cuenta! Voy a tener que pedir el divorcio....», le dice Daniel Yáñez Rivera (Ferrol, 29 años) entre risas a su mujer, Miriam García Rodríguez (Ferrol, 31 años). «¡Qué fuerte!», dice ella. Ese día no pudieron acompañar al equipo en Guijuelo. «Estábamos muy cansados, lo seguimos por la radio», recuerdan.

Unas semanas después pudieron cumplir su último deseo: completar el álbum de boda con una fotografía sobre el césped de A Malata. Para ello, la pareja se volvió a poner el traje. «Cuando nos abrieron las puertas, dije: "Bienvenidos al templo"», cuenta Dani, porque para ellos, «ir el domingo al estadio es como ir a misa». Segundos después, Marisa Rivas disparó la instantánea delante de la portería de Fondo Sur: «Si nos llegan a dejar casarnos ahí...».

Miriam y Dani se conocieron hace doce años cuando estudiaban Pastelería en Pontedeume. A ella el racinguismo le vino en los genes. «Mi abuelo ya seguía al equipo», explica. Él fue un pionero en su familia: «Empecé a ir desde un día en el que le dije a mi madre: "Quiero una camiseta del Racing"». En esos inicios en A Malata, en plena adolescencia, todavía no sabían el uno del otro: «Ya íbamos a los partidos, pero lo hacíamos por separado».

Ambos se hicieron socios en el 2010, cuando eran novios, en la primera temporada tras el descenso a Tercera División. «Desde entonces no fallamos. El club forma parte de nuestra familia. Sobre todo cuando viajamos fuera de casa, vamos con otros aficionados que parece que los conoces de toda la vida», remarcan.

«Desde que nos casamos no ganó el Racing. Voy a tener que pedir el divorcio...»

La fotografía en A Malata fue idea de Dani -«seguramente la pongamos encima de la cama», asegura, y Miriam asiente-, pero no era la única instantánea que tenía en mente. Después de la boda se fueron de luna de miel a la Riviera Maya y él no se olvidó de meter en la maleta la camiseta de su jugador favorito: Ian Mackay. Así que, como había pensado, la casaca rosa con el dorsal 1 del Racing lució delante de Chichén Itzá y rápidamente le envió la foto al guardameta.

«Es el jugador más importante que tiene el equipo», deja claro. En su armario también hay unos guantes suyos y una docena de camisetas, entre las que existe una firmada por todos los jugadores del último ascenso a Segunda B.

«Un domingo sin fútbol es muy triste», recalcan. Por eso, cuando el Racing jugó contra el Pontevedra, pero ellos se encontraban en México, Dani no dudó en poner la radio para escuchar el partido. «Él lo vive no más que yo, pero sí de otra forma», explica Miriam. «Más de una vez el equipo perdió, me fui para casa y me metí en la cama», revela él.

Eso sí, nunca han discutido por el fútbol. «Nos suele gustar lo mismo», apuntan. Así que este domingo volverán a A Malata y el próximo fin de semana acompañarán al equipo a San Sebastián de los Reyes. «A ver si gana, que si no...», se despide Dani.