Menos generación de basura y más reciclaje, el objetivo de la nueva ley

Raúl Romar García
r. romar RDACCIÓN / LA VOZ

FAI GALICIA VERDE

Punto limpio
Punto limpio JOSE PARDO

Habrá más contenedores para facilitar al ciudadano la recogida selectiva de residuos

11 oct 2019 . Actualizado a las 19:22 h.

Prohibir la venta de vasos, platos, vajillas y bandejas de plástico alimentarias a partir del 1 de enero del 2020 y obligar a los restaurantes a ofrecer a los clientes la comida que no hayan consumido, preferentemente en recipientes que no sean de un solo uso, son las medidas más llamativas de cara a la opinión pública que se han avanzado en borrador del proyecto de ley de Residuos e Solos Contaminados de Galicia. Pero el documento, aún de carácter técnico y al que todavía le queda una tramitación de varios meses, encierra un cuerpo de iniciativas más profundas que supondrá un cambio de hábitos de los ciudadanos y de la sociedad en general hacia la gestión de los residuos. Sobre el texto subyace la filosofía de avanzar hacia la economía circular -para lo que la Consellería de Medio Ambiente prepara una estrategia específica- en un modelo transformador que pretende acabar con el trinomio de extraer, usar y tirar, de tal modo que los desperdicios se conviertan en un recurso para que puedan ser utilizados de nuevo en el sistema de producción y generar empleo verde.

Al margen de que la ley se adapte a los nuevos objetivos de reciclaje establecidos por las directivas europeas, para lo que también será necesaria la colaboración de los ciudadanos y las empresas, propone alguna medida que suponen un paso más allá. «Incorporamos el objetivo de prevenir en un 15 % la generación de residuos para el 2025 con respecto a los niveles del 2010», explica Verónica Tellado, subdirectora xeral de Residuos de la Consellería de Medio Ambiente. O, lo que es lo mismo, los gallegos deberán reducir su generación de basura en ese porcentaje.

¿Cómo? En el nuevo escenario que plantea la ley, que refuerza el Plan de Xestión de Residuos Urbanos de Galicia 2010-2020, se potenciará la recogida selectiva de todo tipo de desechos y se acercarán los contenedores a los ciudadanos. A los habituales de envases, papel y cartón, vidrio o pilas se sumarán otros. En realidad, salvo algunos casos, no supondrá un cambio radical, ya que se trata de recipientes de uso común para el depósito, por ejemplo, de pilas, ropa, electrodomésticos o aceite usado, solo que su instalación será reglada y planificada. «El ciudadano no debe pensar: ‘¡Ufff!, vamos a tener ahora siete u ocho contenedores’. Porque realmente no estamos hablando de nada nuevo. Lo que pretendemos es darles facilidades para que puedan separar sus residuos», advierte Tellado.

Por ejemplo, para los residuos denominados peligrosos, fundamentalmente los aparatos eléctricos y electrónicos que ahora se depositan en un punto limpio centralizado que en muchos casos queda fuera de los municipios de origen de los vecinos, se plantea la utilización de unidades móviles que aproximen el servicio a los usuarios.

 Textiles y materia orgánica

Lo que sí establece la ley es que a partir del 31 de diciembre del 2024 deberá estar fijada la recogida separada para residuos peligrosos de origen doméstica y para los textiles. Este ultimo caso tampoco supondrá un contratiempo, ya que se pretende colaborar para ello con asociaciones con un fin social como Caritas, que en muchos municipios gallegos ya presta este servicio en la actualidad. Tanto para los textiles como para los residuos peligrosos la ley prevé, además, la creación de centros especializados en su preparación para volver a ser reutilizados.

En esta línea, otra medida de impacto será la obligación por parte de los concellos de instaurar antes del 31 de diciembre del 2023 la recogida separada de los biorresiduos o basura orgánica. Se hará con la instalación del ya conocido como contenedor marrón, para el que se ha implantado un plan piloto en varios ayuntamientos de la comunidad.

La futura normativa también impulsará los programas de compostaje doméstica, que también se está realizando en experiencias piloto a través de Sogama, e incorporará los planes de compostaje comunitario que puedan llevar a cabo los distintos municipios.

El veto a la venta de vasos de plásticos tendrá que esperar 

El borrador de la ley de Residuos e Solos Contaminados de Galicia plantea como una de sus medidas más innovadoras la prohibición a partir del 1 de enero del 2020 de la venta de platos, vasos, vajillas de plástico y bandejas alimentarias desechables. Pero es muy probable que no se pueda llevar a cabo en el plazo previsto, porque a la normativa aún le queda un largo trámite por delante. Hace unos días finalizó la exposición pública para la presentación de alegaciones, luego, una vez incorporadas las modificaciones, si se da el caso, tiene que pasar por los servicios jurídicos y, más tarde, ser aprobada como anteproyecto por el Consello da Xunta. A partir de ahí empezará el trámite parlamentario, por lo que resulta difícil que esté a punto para entrar en vigor el 1 de enero del próximo año. «Esperamos poder tenerla lista en el primer trimestre del próximo año», confiesa Verónica Tellado, que tampoco entiende la polémica suscitada en el sector de restauración por la obligación de ofrecer a sus clientes la comida sobrante en recipientes que no sean de un solo uso. «Ya habíamos llevado a cabo una experiencia con el sector en el 2017, en el que repartimos táperes y bolsas. Fue algo que, además, nos pidieron las asociaciones de hostelería con las que nos reunimos», constata la subdirectora xeral de Residuos.

Otra de las iniciativas más interesantes que propone la iniciativa legislativa es la promoción de la puesta en marcha de un mercado para los productos de segunda mano y para aquellos que fueron preparados para ser reutilizados.

 Mercado de segunda mano

«Queremos trabajar en una plataforma específica que permita dar una nueva vida a los residuos y pensamos, por ejemplo, en los electrodomésticos o en los teléfonos móviles y aparatos electrónicos, que cuando se estropean se tiran cuando pueden ser reparados. Vamos a fomentar que las cosas se reparen», dice.

El desperdicio de los alimentos se espera rebajar en un 30 % de aquí a seis años 

Transformar a Galicia en una sociedad con un sistema productivo basado en la economía circular favoreciendo la creación de empleo verde de calidad y contribuir así también a luchar contra el cambio climático. Es la finalidad de la futura normativa que espera alcanzar mediante el cumplimiento de una serie de objetivos que abarcan a todo tipo de residuos.

Así, para el 2025 se esperan disminuir en un 30 % los desperdicios alimentarios y en un 50 % en el 2030, tomando como año de referencia el 2010. En el conjunto general se quiere reducir en un 10 % la generación de residuos para el 2020, con el fin de elevar este porcentaje en un 15 % en el 2025.

 Reutilización y reciclaje

Para el 2025 se pretende que los residuos domésticos preparados para reutilización y reciclaje alcancen, como mínimo, el 55 % de su peso, porcentaje que se espera elevar al 60 % en el 2030 y al 65 % en el 2035.

 Vertederos

En el 2035 solo se podrán eliminar en vertedero el 10 % de los residuos domésticos.

 Reciclaje de envases

En el 2025 el objetivo de reciclaje de envases total será del 65 %, fijándose un 70 % para el 2030. Los objetivos específicos son los siguientes: para el papel, un 75 % en el 2025 y un 85 % en el 2030; para el vidrio, un 70 % para el 2025 y un 75 % para el 2030; para los plásticos, un 50 % para el 2025 y un 55 % para el 2030; para la madera, un 25 % para el 2025 y un 30 % para el 2030; para férricos, un 70 % para el 2025 y un 80 % para el 2030; para aluminio, un 50 % para el 2025 y un 60 % para el 2030.

 Pilas

Para pilas y acumuladores portátiles el objetivo será un 50 % a partir del 31 de diciembre del 2020. Para las pilas, acumuladores y baterías industriales que no contengan ni cadmio ni plomo, un 70 % a partir del 31 de diciembre del 2020.

Neumáticos

El 15 % deben estar preparados el próximo año para su reutilización; un 45 % para el reciclaje -la del acero que contienen debe ser del 100 %- y un máximo del 40 % para valorización energética.