Toni Acosta, actriz y nuera de Raphael

EXTRA VOZ

MARCOS MÍGUEZ

06 abr 2015 . Actualizado a las 11:57 h.

Es difícil, por no decir imposible, que en una misma ciudad o comunidad coincidan actuando suegro y nuera. Entre otras cosas porque no es nada habitual que en una misma familia se encuentren un cantante de la talla de Raphael y una actriz como Toni Acosta. Pues por pocas semanas no se vieron en Galicia. «Ya le dije ?te he calentado muy bien el público?», me comenta la mujer de Jacobo Martos, que acaba de actuar en Santiago y A Coruña en una obra con Iñaki Miramón. Su suegro lo hará este próximo viernes en Vigo y el sábado en A Coruña. «Nos vamos persiguiendo e incluso coincidimos en Valencia. Me llamó y me preguntó ?¿a qué hora actúas??, y como nos venía bien comimos juntos», recuerda sonriente Toni Acosta, una de las actrices más importantes del panorama nacional y que en el rato que charlé con ella descubrí que también es un encanto como persona. «Mis hijos, Nicolás, de 10, y Julia, de 6, no son muy conscientes de mi trabajo, para ellos soy su mami y ya está, pero al abuelo lo ven de otra manera, les impone de verdad, dicen que Raphael es del mundo entero y están muy orgullosos», relata Toni, encantada de pasar por Galicia «porque apenas tengo funciones aquí, siempre voy por Andalucía, Levante y País Vasco. Me ha entusiasmado», destaca esta mujer que no contraprogramó a su suegro por muy poco.

La mejor ¿tapa? de Galicia

Una vez que la Xunta, a través del departamento de Turismo que dirige Nava Castro ha tenido la feliz idea de crear el concurso para elegir la mejor tapa gallega (concurren los ganadores de los certámenes de las siete principales ciudades gallegas) sería bueno buscar respuesta a una pregunta ¿qué es una tapa? o ¿qué se entiende por una tapa? «Es algo que hay que definir y me parece fundamental», me comenta Pepe Solla, que formó parte del jurado junto con Guillermo Fernández, de Estrella Galicia, Francisco González, presidente del Clúster de Turismo, Luis Rial, subdirector del Centro Superior de Hostelería de Galicia y un servidor. Una tapa es algo que se puede comer de una vez. Un bocado. Con la mano o con la ayuda de un tenedor, palillo o cuchara. Que no existe problema en ingerirla de pie, en la barra de un bar o en una mesa alta. Que no es para compartir, sino que es para uno solo. ¿Todas estas características son las que deben concurrir en lo que llamamos tapa?  Creo que la mayoría estarán de acuerdo con que sí. Los jóvenes cocineros gallegos, que cada día que pasa tienen más nivel, quizás se han alejado de este concepto. De las siete tapas que concurrieron al certamen, seis eran en realidad mini platos. Todas juntas serían casi como el menú degustación de un restaurante con estrella Michelín. Todas estaban riquísimas, con buena presentación y creatividad, ¿pero son realmente tapas? Curiosamente ganó la única que se podía comer de un bocado, la que preparó Gonzalo Pérez del restaurante Frank de Ferrol. No fue algo determinante, pero influyó en el veredicto. El premio del jurado popular, elegido al azar entre el público que acudió al cuidado espacio elegido por los organizadores en la Ciudad de la Cultura, se lo llevó Álvaro Villasante del Paprica de Lugo con un plato de diseño con la merluza de Celeiro como protagonista principal. Hubo un tercer premio, el de la tapa que mejor maridó con cerveza, que se lo llevaron Lucía Freitas y Nacho Tierno de A Tafona (Casa de Xantar) de Santiago. Me dio pena que se quedasen sin galardón Rubén González y Sergio Orge, del Cafetín de Pontevedra, que presentaron una loca y divertida versión de una empanada de bacalao metida en una original caja. Lo dicho, la idea de elegir la tapa de las tapas es muy buena pero ¿a qué llamamos una tapa?

Recuerdos del «Cocido day»

Hace unas semanas les contaba que había sido invitado a compartir mesa con periodistas y bloguers gastronómicos con  motivo del Cocido day (aquí no hay tapa que valga sino bandejas y más bandejas). Fue en la Gastroteca del hotel Hesperia de Juan Flórez, un lugar que no conocía y me sorprendió gratamente. Tanto que si el sábado finalmente voy al concierto del suegro de Toni Acosta, después me paso por allí.