Francisco Correa confiesa la corrupción política en Boadilla del Monte, uno de los municipios más ricos de España

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El empresario Francisco Correa en su llegada a la Audiencia Nacional, en una foto de archivo.
El empresario Francisco Correa en su llegada a la Audiencia Nacional, en una foto de archivo. Benito Ordoñez

El empresario señaló al exalcalde Arturo González Panero, alias el Albondiguilla

30 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Correa, cerebro confeso de la trama Gürtel, dio un paso más en su estrategia de arrepentimiento para atenuar su condena en prisión. Si la pasada semana confirmó la repatriación de 24 millones de euros de Suiza bloqueados por la Audiencia Nacional, ayer se conoció una carta remitida a la Fiscalía Anticorrupción en la que reconoce los hechos del escrito de acusación del próximo juicio: las presuntas irregularidades en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid), uno de los municipios con mayor renta por habitante del país y segundo de la comunidad tras Pozuelo.

El empresario señala sobre todo al exalcalde de esa localidad, el popular Arturo González Panero, el Albondiguilla, también acusado. «Su ambición era desmedida, desproporcionada, con una falta y carencia de moralidad inexplicable. La relación con él era muy complicada, no mantenía su palabra ni código ninguno. Prometía y garantizaba contratos a diestro y siniestro, cambiaba adjudicaciones, aun habiéndolas prometido a un empresario, si posteriormente otro mejoraba la dádiva. Dicho lo cual, su actuación se podría resumir como “amoral”», explica.

El acusado, que hace dos semanas envió al juez una carta en la que pedía perdón e informó de que había solicitado ingresar en el programa de rehabilitación para delincuencia económica, continúa su misiva de cuatro páginas señalando la «buena relación» que tenía con otros dos procesados: el ex consejero delegado de la Empresa Municipal de la Vivienda, Tomás Martín Morales, y con José Galeote, exconcejal y padre del que fuera eurodiputado del PP, Gerardo Galeote.

Adjudicaciones

En relación al exdiputado popular Alfonso Bosch, el arrepentido admite que fue él quien le introdujo en el consistorio, tras hablar con Martín Morales y González Panero para que le «buscaran un hueco como cargo de confianza»: fue nombrado gerente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda. «Todos ellos participaron en el reparto de dádivas», asegura Correa. Y añade que sugirió a González Panero que tuviera en cuenta a José Galeote «en algunas operaciones». Por ello, participó «en el reparto de alguna adjudicación, pero siempre bajo el consentimiento y control del alcalde» madrileño, entre 1999 y el 2009.

El manuscrito también detalla que Bosch participaba «exclusivamente» en las adjudicaciones de la empresa municipal de la vivienda, pero quien decidía el «nivel de participación en el reparto» era su jefe, Tomás Martín Morales.