Una baza en la recámara

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

A Rajoy no le interesaba hacer una crisis de Gobierno ahora, a un mes de la cita con las urnas, y se guarda esa posible carta para más adelante

29 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Previsible, reacio a los cambios y dueño de los tiempos. Mariano Rajoy hizo honor ayer a estas tres características de su forma de hacer política que le son reconocidas. Previsible porque el nombre de Isabel García Tejerina encabezaba todas las quinielas para sustituir a Miguel Arias Cañete, al igual que el de este para ser cabeza de lista en las europeas. Reacio a los cambios porque se ha limitado a realizar un mero retoque técnico, sin ningún calado político. No era el momento de nombrar a un peso pesado como Javier Arenas, al que se había citado sin mucha base como hipotético relevo.

Dueño de los tiempos políticos porque ha efectuado el cambio cuando ya algunos daban por hecho que Arias Cañete seguiría en el ministerio hasta el inicio de la campaña electoral. Pero era consciente de que el desgaste era mayor que el beneficio de seguir de ministro unos días más. También jugó con los tiempos al retrasar la designación de Arias Cañete hasta dos meses después de que se supiera el nombre de su principal adversaria, Elena Valenciano, que recorría España dando mítines sin saber a quién se enfrentaba.

Pese a que algunos integrantes de su gabinete están quemados y muy mal valorados en las encuestas (Wert, Gallardón, Montoro o Mato) hacer una crisis de Gobierno ahora, en puertas de las europeas, hubiera sido un grave error, que un político tan experimentado como Rajoy no podía cometer, porque habría lanzado el mensaje de que se han hecho mal algunas cosas. Las encuestas muestran que el PP puede ganar el 25-M, lo que sería interpretado por la Moncloa como un éxito personal de Rajoy y un refrendo a sus políticas. Si fuera por el presidente, como ha dicho él mismo, habría acabado la legislatura con el equipo que la inició. Si ha efectuado este mínimo cambio es porque considera a Arias Cañete el mejor cabeza de cartel posible -de hecho, es el ministro mejor valorado en las encuestas- en unas elecciones que valora como muy importantes y en las que el PP corre el riesgo de que una parte importante de sus votantes se abstengan u opten por otras opciones de nuevo cuño.

Con este mero ajuste, Rajoy se guarda además la carta de hacer una auténtica crisis de Gobierno si el PP sufre un batacazo en las urnas el 25 de mayo, lo que pondría nerviosos a los barones autonómicos que se la juegan en el 2015. Otra cosa es que tenga que hacer algún cambio imprescindible. El más importante la sustitución del ministro de Economía, Luis de Guindos, si se concreta el pacto político para que sea presidente del Eurogrupo, pero eso sería ya tras el verano. Ese sí supondría un cambio muy importante que el presidente podría utilizar para realizar una remodelación más amplia.

La estrategia de Rajoy consiste en resistir y esperar a que en unos meses la incipiente recuperación económica se haga visible a los ciudadanos, el PP remonte y llegue en buena posición de cara a las autonómicas, municipales y generales del 2015..

claves políticas puede aprovechar la posible salida de de guindos para relevar a más