José Blanco: «Se abre un nuevo tiempo en mi vida y tengo varias propuestas»
ESPAÑA
Se confiesa «en una nube» apenas unos minutos después de conocer el auto del Tribunal Supremo con el que se pone fin al sufrimiento que asegura haber vivido durante más de año y medio «por unas acusaciones infundadas, que, pese a que yo sabía que no eran reales, me han generado momentos duros a mí, a mi familia, a mis amigos y a mi partido». José Blanco (Palas de Rei, 1962) dice que ayer se inició una nueva etapa en su vida, a la que pondrá un nuevo rumbo «en unas largas vacaciones merecidas», en las que Galicia será desde hoy mismo de nuevo su base de operaciones, pero no escenario político personal, al menos para optar a la secretaria general del PSdeG, como él mismo había anticipado en su anterior entrevista en La Voz de Galicia. Gómez Besteiro será, eso sí, su apuesta para liderar el socialismo gallego.
-¿Se veía abocado ya a afrontar la apertura de juicio oral más que el archivo de la causa del caso Campeón?
-Cuando se abre un proceso, uno se ve abocado a que pueda suceder eso, pero yo siempre manifesté una total confianza en el Estado de derecho en un proceso que ha sido muy largo y muy duro, en el que se han ido desmontando argumentos uno detrás de otro, desde la acusación de cohecho a la de prevaricación, y ahora la de tráfico de influencias. Yo tenía claro que en ningún caso hice actuación alguna que no fuera acorde con las leyes, y que me han acusado, infundiado y calumniado y eso, la verdad, al final tenía que prevalecer.
-En este largo proceso de instrucción, ¿se ha sentido perseguido policial, política o judicialmente, como alguna vez ha dejado caer en los recursos que presentó su defensa?
-No perseguido, pero entendía que había actuaciones que no se ajustaban a los procedimientos normales, pero siempre tuve confianza en que todo se fuese aclarando en este proceso duro y largo para mi familia, para mis amigos, para mi partido y para mí, que, honestamente, se lleva bastante mal, sobre todo cuando sabes que detrás de las acusaciones que se me hacían no había nada.
-Insiste en que fue una instrucción larga, ¿le parece ahora que no son racionales los procesos con plazos como el suyo?
-Yo creo que no, sobre todo porque lo que funciona en ese tipo de casos es la pena de telediario. Habría que intentar que este tipo de casos fueran más ágiles. En todo caso, siempre sentí el aliento de muchos amigos y compañeros en todo este tiempo, y su confianza, y eso me ha servido para mucho.
-¿Con el archivo definitivo de la causa han reaparecido ahora amigos que se habían distanciado últimamente?
-Al revés. Me he sentido siempre apoyado por la gente que yo creía que podía estar a mi lado, y he tenido sorpresas muy positivas de gente que me ha estado respaldando y que no me esperaba, incluso de disciplinas de otros partidos. Hoy [por ayer] he recibido muchas felicitaciones, incluso sorprendentes de dirigentes del PP.
-¿De quiénes?
-Dejémoslo ahí.
-¿El archivo de la causa cambia su futuro?
-En el 2011 dije que no iba a estar en primera línea política, que hay vida más allá de la política, y ahora se abre un tiempo nuevo en mi vida. Lo primero que voy a hacer es tomarme unas largas y merecidas vacaciones, pero voy a estar para ayudar, aportar y pelear siempre por mi partido, por el que siento infinita gratitud. Le he trasladado a Xosé Ramón Gómez Besteiro que quiero ser el primer avalista de su candidatura a la secretaría general del PSdeG. Será lo primero que haga en esta nueva etapa.
-¿En esa nueva etapa personal que anuncia llevará a cabo un cambio de horizonte profesional más allá de la vida política cómo un día anunció que haría?
-Bueno... hay que verlo, hay que verlo. Es verdad que uno durante este tiempo como el que he vivido piensa que puede ser útil para muchas cosas, y tengo varias propuestas encima de la mesa, que con serenidad, con calma, hay que estudiar todas. Después veremos qué haré.
-Confiese, ¿qué prometió cuando concluyó hace unos días el Camino de Santiago si su causa era archivada por el Tribunal Supremo, como al final ha sido?
-Eso forma parte de mi intimidad, y por lo tanto no voy a revelarlo. Solo digo que doy gracias de que todo esto se haya acabado.
-Cuando por primera vez desde diciembre del 2011 ve ya de lejos el caso Campeón y la sala de lo penal del Tribunal Supremo, ¿qué lecciones obtiene de haber protagonizado una causa judicial como la suya?
-Saco dos lecciones. Primero que hay que respetar muchísimo la presunción de inocencia. Y segundo, que los infundios deberían dejar de ser un instrumento político.
-Y obtenidas esas lecciones, ¿se arrepiente de algún comportamiento suyo que las contraviniese?
-He pedido disculpas y reflexionado ya en público sobre eso, y las reitero hoy si es que en algún momento no he respetado la presunción de inocencia suficientemente en el ejercicio de mis funciones como representante político.