Cascos contra el «tripartito»

redacción / la voz

ESPAÑA

El presidente del Principado se siente víctima de un complot político urdido por la «pinza» del PP con el PSOE y un periódico del grupo Moll

24 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Sin presupuesto no hay programa de Gobierno». Esta fue la piedra de toque sobre la que el presidente del Principado, Francisco Álvarez Cascos, sostuvo el adelanto de las elecciones que, por primera vez, situaba la agenda política de Asturias fuera del grupo de autonomías con las que iba acompasada. La imposibilidad de aprobar lo que el exministro de Fomento considera el «libro de cabecera» del Gobierno es atribuida por Foro Asturias a la «pinza» entre PP y PSOE, una «anómala alianza» -en palabras del propio Cascos- que la formación asturianista sitúa justo tras las elecciones de mayo cuando, efectivamente, populares y socialistas pactaron el nombre del presidente de la Junta General del Principado (el Parlamento astur).

Pero en el discurso con el que anuncia el adelanto electoral, Cascos ya da la receta de lo que va a ser el catecismo de su campaña: la existencia de una trama para la que Asturias «es su cortijo, con innumerables ramificaciones en intereses inconfesables, en chiringuitos sectarios y en algún medio de comunicación». En este combate de Cascos solo frente al resto, que quizá le dé rédito electoral, el combate no solo es contra el PP y el PSOE, sino contra ese medio de comunicación que sibilinamente mencionó en el discurso institucional.

Más adelante, en una entrevista concedida al diario en lengua asturiana Les Noticies, el presidente del Principado fue mucho más claro. Habló de la existencia de un «tripartito» que se resistiría a perder sus privilegios, que en este caso serían transversales e independientes de las ideologías de los partidos mayoritarios y que tendría al diario La Nueva España, de la misma editora que el Faro de Vigo, como principal engarce y dinamizador.

El periódico del grupo Moll, líder en Asturias y principal cabecera del empresario catalán, titulaba con un elocuente «Casi un año perdido en Asturias» su primer editorial tras el adelanto de las elecciones. El diario calificaba de «excusa» que Cascos se viera obligado a una prórroga de los Presupuestos aprobados por el anterior Gobierno socialista y lo acusaba de victimismo. Recordaba además que la decisión se producía justo un día después de que este mismo periódico recetara, en otro editorial, que el adelanto era la única salida lógica. «Cascos se presentó como una solución para Asturias y no ha tardado ocho meses en percibirse como uno de sus principales problemas», añadían. Como en otros muchos editoriales, había referencias directas al conflicto del propio diario con el presidente asturiano y su partido. «Este periódico, identificado con la verdad posible y la independencia, lo ha recordado siempre que ha surgido la oportunidad de hacerlo [en referencia a su falta de entendimiento con el PP] y ello le ha valido improperios y descalificaciones basados en montones de mentiras [...], con un tratamiento muy próximo al que dan a los periódicos algunos tiranos [...]».

Ayudas

Desde el entorno de Foro explican que La Nueva España, con la llegada de Cascos, ha visto en peligro las importantes ayudas que recibía del Gobierno socialista y del Ayuntamiento de Oviedo, donde antes era alcalde Gabino de Lorenzo, reconvertido en fiero opositor a que Cascos fuera al candidato del PP cuando se dio cuenta de que el exministro de Fomento quería un cambio radical en el partido. Ahora ha sido nombrado delegado del Gobierno en Asturias, algo que en un principio fue visto como una provocación. Pero con el cambio de candidata en el PP asturiano y la apuesta por Mercedes Fernández quizá todo forma parte de una estrategia de Rajoy para tender puentes y favorecer el pacto poselectoral.