El bajón tras el estrés electoral merma el físico de los candidatos

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

La campaña y los malos hábitos para la salud los pone al límite

19 nov 2011 . Actualizado a las 13:17 h.

Menos kilos, más arrugas y el rostro marcado por la fatiga. Son los signos más palpables de una maratoniana campaña electoral en la que los dos principales candidatos a la presidencia han realizado más de veinte mil kilómetros en quince días que los ha puesto al borde de la resistencia física. Pocas horas de sueño, comida rápida, fría y a deshora, esto unido al ajetreo de la sucesión de un acto tras otro con la acumulación de estrés y la falta de ejercicio físico conforman un cóctel explosivo para la salud de los dos principales aspirantes a gobernar España. Ninguno, además, se ha sometido a un chequeo previo ni ha tenido un seguimiento médico.

Pero este acelerón ¿supone un verdadero riesgo para el organismo? Los médicos consultados por La Voz creen que, en todo caso, es asumible por el poco tiempo en que se afronta y no creen que tenga consecuencias para su salud futura. «Están sometidos a un estrés emocional e intelectual importante, no descansan bien, no practican ejercicio y tiene un alimentación poco saludable. Claro que están sometidos a un riesgo, pero si previamente no presentan factores de riesgo cardiovascular (colesterol, obesidad, hipertensión, diabetes), no deberían tener problema», explica Juan José Crespo Salgado, especialista en medicina deportiva. «Si llevaban una vida sana antes de la campaña, es muy improbable que un sobreesfuerzo de quince días les vaya a suponer un evento cardiovascular», corrobora el médico de familia Rosendo Bugarín, vocal del Colegio de Médicos de A Coruña.

Plus de energía

Existe, sin embargo, una secuela que deberán asumir: el bajón de estrés después de la campaña. La activación de esta hormona es la que les ha permitido mantenerse en alerta y mantener un plus de energía durante la campaña, pero en cuanto se relajen les sobrevendrá un episodio de fatiga física y mental. «El organismo -señala Crespo- se viene abajo. Se produce un cambio hormonal en el que la persona tiene un bajón físico que puede durar cuatro o cinco días o incluso una o dos semanas, según el grado de estrés y el organismo de cada uno». Pero hay más posibles efectos secundarios de la campaña: dolor de cabeza y muscular, digestiones pesadas, molestias estomacales e insomnio.

El que peor lo lleve muy probablemente sea Rubalcaba, que, aparte de comer mal y dormir peor, no tuvo tiempo, a diferencia de Rajoy, para practicar ejercicio físico en la última quincena. El deporte suele estar indicado para situaciones de tensión y estrés intelectual, ya que oxigena el cerebro y estimula la actividad intelectual.

RAJOY

Horas de sueño. Una media de siete horas. Según sus colaboradores, duerme de un tirón y con un sueño reparador.

Comida. Ligera. Suele tomar bocadillos y tapas. Por ejemplo, en el viaje de León a Oviedo comió empanada en el coche. Pero tomó más platos de cuchara que Rubalcaba. También toma una copita de vino en las cenas.

Ejercicio. Sí. Suele andar rápido en una cinta durante algo más de media hora al día.

Antecedentes. No tiene ningún problema médico conocido. Fuma.

RUBALCABA

Horas de sueño. Una media de cinco. Se levanta entre las seis y media y las siete y en ocasiones a las cinco de la madrugada.

Comida Bocadillos, sándwiches, tortilla, jamón, queso y mucha fruta, fundamentalmente. Ha comido pocas veces de cuchara. Después de comer toma poleo y en las cenas, una copita de vino.

Ejercicio. No lo ha practicado, aunque según sus colaboradores mantiene un alto tono físico.

Antecedentes. Tuvo una arritmia cardíaca y problemas estomacales.