¿QUÉ CUENTAN?|Lourdes Plana «Mi abuelo era muy exigente, por eso mi abuela guisaba estupendamente»

La Voz

ESPAÑA

01 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace unos años Lourdes y yo regresábamos en el AVE de un congreso gastronómico andaluz. Las cosas no habían marchado muy bien, el público apenas asomaba la nariz por los auditorios donde se desarrollaban las ponencias y uno de los restaurantes colaboradores intoxicó a los miembros de un nutridísimo equipo japonés de televisión, el único, curiosamente que se había tomado cuanto allí sucedía no sólo con enorme celo profesional, sino con auténtica pasión. Comentando las incidencias recién vividas, mi interlocutora exclamó solemnemente: «Nosotros vamos a organizar una cumbre gastronómica que dejará huella». Yo no sabía en aquel momento quiénes eran «ellos», pero resulta que Lourdes Plana Bellido acertó, porque poco después asumiría la dirección de la empresa Foro de Debate, organizadora de la Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión, un éxito mediático sin precedentes a nivel cuasicósmico, y ahí sigue. - Lourdes, tu biografía profesional apabulla: tantos diplomas, tantas academias de gastronomía, tanto de todo, pero esta sección se nutre habitualmente de cocineros, y tu eres una gran cocinera. Cuéntame desde el principio tu involucración con los fogones... y luego, todo lo que te de la gana y quepa. -Pues bien, mi involucración originaria consistió en comer cosas ricas. Mi abuelo era muy exigente, un pesado en la mesa, y supongo que por eso mi abuela guisaba estupendamente. Mi madre siguió sus huellas, y entre ambas me legaron un recetario espléndido. En Aragón hay unas verduras irrepetibles, como bien sabes, y el tal abuelito las traía a casa en cantidades industriales, con lo que llegaron a ser un castigo para los niños, incluida yo. En cambio, jamás olvidaré aquellos pollos al chilindrón o aquellas codornices rellenas de uvas... Pero yo no me solté hasta después de mi boda, sobre todo entre embarazo y embarazo, y luego perfeccioné lo que ya llevaba dentro en la escuela de cocina Juan de Altimiras, de Alambique, con mi cuñada. Esto sucedía entre 1982 y 1987: de alumna me convertí en profesora, y en el último año, en directora... Lo demás ya lo sabes: empecé a trabajar como óptico porque mi padre quería abrir una Óptica, estuve seis años publicando recetas en Ama y nada menos que catorce en la revista Mía, dirigí Restauradores de 1999 a 2003, hice cosas de radio y televisión... Me sentí muy realizada en los años de Alambique, sobre todo al final, innovando, añadiendo estilismo a la gastronomía, y me siento en plena vorágine en Madrid Fusión. Nos lo curramos, no paramos en todo el año, es todo tan amplio y tan lúdico... Viajo mucho, conservo intactas mi curiosidad y mi capacidad de síntesis, estoy bien, gracias. Más información: 913 080 644/45.