La mayoría conservadora copa los cargos clave de la judicatura

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN

ESPAÑA

Baltasar Garzón no logra la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional El sector progresista sólo consiguió dos de los diez puestos que se renovaron.

21 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Funcionó el rodillo. La mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial eligió ayer como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional al magistrado Javier Gómez Bermúdez, que llegó hace apenas cinco años a este órgano judicial como juez Central de Menores y de Vigilancia Penitenciaria. El candidato apoyado por la minoría progresista era Baltasar Garzón, que lleva 13 años como titular del Juzgado Central del Instrucción número cinco. La sala de lo Penal en la que Javier Gómez sustituirá a Siro Francisco García es a la que le toca juzgar todos los procesos por terrorismo, narcotráfico y otras modalidades de delincuencia organizada que llegan a la Audiencia Nacional. Temas todos ellos en los que la experiencia profesional del magistrado que consiguió 11 de los 20 votos emitidos es nula. Rodillo conservador El rodillo de los conservadores se hizo notar de forma especial en el Tribunal Supremo donde estaban en juego cinco puestos. Tres serán ocupados por candidatos apoyados por los conservadores y dos quedaron en manos de los respaldados por los progresistas. Como presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha resultado reelegido Luis Román Puerta con 17 votos a favor y tres en blanco, al ser el único candidato. La plaza de vocal de esta misma sala fue para José Ramón Berdugo que obtuvo once votos, frente a los siete del gallego Luciano Varela, apoyado por los progresistas. Más disputada estuvo la presidencia de la sala tercera del mismo tribunal, la de lo Contencioso-Administrativo, que decide sobre la interceptación de las comunicaciones solicitadas por el CNI y sobre los actos y disposiciones del Consejo de Ministros. El cargo recayó en Ramón Trillo Torres que obtuvo cuatro votos más que el ex ministro de Justicia socialista Fernando Ledesma. En esta misma sala había que cubrir dos vacantes de vocales. La primera fue para Juan Herrero Pina, procedente de la sección ocho de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, al conseguir seis votos más que Ángel Arozamena, el otro aspirante. La segunda fue para Margarita Robles, que fuera secretaria de Estado de Interior con Juan Alberto Belloch y que era la candidata del sector progresista. El segundo nombramiento conseguido por el sector minoritario fue el de Javier Sánchez-Pego Fernández que fue elegido magistrado de la Sala de lo Social del Supremo con 15 votos, frente a los tres y uno respectivamente, obtenidos por los otros dos candidatos. Cataluña Otra elección polémica fue la de María Eugenia Alegret como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que sustituirá al hasta ahora presidente Guillén Vidal, que concurría a la reelección con el apoyo del sector progresista. La presidencia del tribunal superior de Murcia recayó en Juan Martínez Moya y las de las audiencias de Valencia y Jaén en Pedro Castellano y Pío Aguirre, todos ellos conservadores.