Espacios alternativos, en peligro

Las cosas no podían quedar así. El reciente cierre del Teatro Independiente Sur (TIS) de la capital, clausurado por carecer de licencia municipal, ha levantado ampollas. Esta política amenaza a unas treinta salas alternativas de Madrid, que actualmente se hallan en una situación parecida a la del TIS, es decir: la ausencia de subvenciones les priva de los recursos necesarios para legalizar su situación. La cantautora Rosa León, responsable de Cultura del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, encabezó ayer, en una rueda de prensa en el teatro inhabilitado, una ola de protestas a la que se sumaron artistas y vecinos del barrio de Lavapiés, uno de los cuales ha remitido al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón una carta que califica de «absurdo y demencial» que el Ayuntamiento cierre una sala teatral «en una ciudad muy necesitada de espacios como éste». León y algunos representantes de la escena alternativa en la capital solicitaron una «legislación clara» que permita la subsistencia de este tipo de teatros que, en palabras de la cantautora, «dinamizan los barrios y son laboratorios de investigación escénica». La naturaleza de estos espacios, indicó la responsable socialista, «no pueden funcionar sin soporte público pero, a la vez, «el Ayuntamiento les exige una licencia -que supone un gasto de unos 10.000 euros-, que sólo podrían conseguir teniendo acceso a las subvenciones municipales. Es la pescadilla que se muerde la cola», concluyó León. Amaral, Antonio Vega, Miguel Bosé y Pedro Guerra son algunos de los artistas que han sumado sus voces en el disco Liberando expresiones, que conmemora el veinticindo aniversario de Amnistía Internacional en España. Los músicos han elegido canciones que se ajustan a sus gustos y a la temática del álbum. Así, el dúo Amaral versiona Años 80, de Los Piratas; Raimundo Amador y Suburbano se enfrentan juntos a Taxista, de Pau Riba; Antonio Vega y Javier Álvarez cantan Amor en vena; Miguel Bosé y Pedro Andrea entonan Donde alcance el sol... hasta alcanzar el total de 18 temas que conforman este álbum editado por la SGAE. El periodista Iñaki Gabilondo ha querido poner su granito de arena entonando un texto, Aniversario, al comienzo del disco. Esteban Beltrán, director general en España de Aministía Internacional -una organización galardonada en 1977 con el Premio Nobel de la Paz-, comentó la especial vigencia del proyecto en una época en que «al menos cuarenta países han restringido la libertad de expresión en los últimos meses». El cineasta Miguel Bardem presentó ayer en Madrid un documental, Niñas de hojalata, que denuncia una situación tan real como flagrante: la de las niñas nepalíes que son raptadas y obligadas a ejercer la prostitución. La cinta, que se emitirá el próximo miércoles en Canal +, cuenta con los testimonios de algunas de estas menores, que una vez liberadas de la esclavitud sexual por las ONG o la policía, se encuentran con el rechazo de sus familias cuando regresan a casa. El título del documental, chocante a primera vista, tiene una explicación escalofriante: cuando alguna casa del Nepal incorpora en su construcción hojalata -considerada un bien precioso en este país- es señal casi segura de se enriquece con la prostitución infantil. Emular a Concha Piquer, Imperio Argentina o Marifé de Triana. Eso es, ni más ni menos, lo que pretenden Lolita, Chenoa, Davis Bisbal y Papá Levante, entre otros. Siguiendo la estela de la serie iniciada en 1999 con un disco en el que artistas como Ana Belén y Marta Sánchez daban lo mejor de sí mismos para rendir homenaje a los grandes nombres de la copla, un puñado de figuras de la canción actual ha continuado la idea en un nuevo álbum, Tatuaje 2. Chenoa interpreta El beso, un tema popularizado por Celia Gámez, El Cigala ha grabado Suspiros de España, Bisbal se atreve a recuperar la Triniá de Miguel Molina y las Papá levante se hacen cargo de Limosna de Amores, una copla de Lola Flores.

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