Josu Ternera, en una entrevista en La Voz poco antes de darse a la fuga: «No tengo que ver con la violencia»

Pablo González
PABLO GONZÁLEZ BILBAO.

ESPAÑA

LUIS TEJIDO

José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», pronunciaba con toda normalidad un mitin en Getxo, cerca de Bilbao. El acto electoral se producía tres días después de que el juez Baltasar Garzón lo situara, presuntamente, al frente de Ekin, colectivo del Movimiento de Liberación Nacional Vasco recientemente ilegalizado. Urrutikoetxea, que perteneció a la cúpula de la ETA de los ochenta hasta su detención en Francia, se desvincula tajantamente de Ekin. También admite que ser objetivo de ETA «condiciona a cualquiera» y asegura que la banda aceptaría un «no» a la independencia en un hipotético referéndum.

16 may 2019 . Actualizado a las 13:18 h.

«Llevo ya diez años de actualidad», dice un Josu Ternera vestido de negro riguroso, que busca vericuetos para zafarse de la entrevista. Urrutikoetxea, miembro de la comisión permanente del Parlamento vasco, mantiene su aforamiento durante las elecciones.

-¿Qué opinión le merece el auto de Garzón?

-Sólo puedo hablar de lo que he oído en la radio. Pero si lo que se persigue es criminalizar a una parte de la población de Euskal Herria, no lo conseguirán. Garzón pretendió juzgar a Pinochet por la caravana de la muerte. Con estas actuaciones, lo que trata de impulsar es la caravana de la tortura.

-Pero la ilegalización de Ekin ya es un hecho.

-Garzón ya ha sido desautorizado por varias instancias en este tipo de actuaciones. La sala cuarta dejó claro que se puede juzgar a las personas, pero no a las organizaciones. Garzón sólo es una marioneta del sistema.

-¿Cómo afectan estas actuaciones al movimiento aberzale? ¿Queda tocado?

-Eso es impensable. Sobrevivimos al franquismo, cuando todo era ilegal. También superamos la guerra sucia. Es absurdo querer ilegalizar a toda la izquierda aberzale al hilo de que todo es ETA. Saben perfectamente que no es así.

-¿Es usted el máximo dirigente de Ekin?

-No tengo ninguna relación con Ekin. He salido de la cárcel porque el Supremo consideró que ya había cumplido con lo que se me acusaba. Desde entonces he sido víctima de una persecución gratuita, a pesar de que sólo me dedico a mi trabajo como parlamentario.

-Si tuviera alguna relación, ¿lo ocultaría?

-No tendría que ocultarlo, pero no tengo nada que ver. Quieren criminalizar al 20% de los vascos. Nos meterán en la cárcel, pero el MLNV seguirá.

-¿Hasta cuándo?

-Hasta que el pueblo más antiguo de Europa pueda estar representado en la Europa de los pueblos. En otras partes se pone en práctica el derecho de autodeterminación. ¿Por qué nos lo niegan a nosotros?

-¿Quizás porque ETA no aceptaría un «no» a la independencia si se llega a celebrar un referéndum?

-No soy quién para decirlo, pero sí creo que lo aceptaría. Es lógico, en un marco democrático. Algunos dicen que no tienen libertad, pero nos imponen lo que no queremos ser.

-Cuando dicen que no tienen libertad es porque son objetivo de ETA. ¿No cree que eso les condiciona?

-Naturalmente, eso condiciona a cualquiera. Pero eso no existiría si no nos negaran nuestros derechos. Incluso el PNV ha acabado con la ilusión que se generó en 1998.

-El PNV les abandonó cuando ETA volvió a matar.

-Empezaron antes. Ya en 1999 echaron el freno de mano. Empezaron a recular porque teníamos que avanzar enfrentándonos a Madrid.

-¿Justifica la violencia para alcanzar fines políticos?

-No creo que deba contestar a esa pregunta, pues está claro que me dedico exclusivamente a la actividad política. No tengo que ver con la violencia.