La ilusión de votar por primera vez

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

José Manuel Casal

Ciudadanos que vivieron las primeras elecciones de la democracia intercambian sus impresiones con jóvenes que estrenarán este año su derecho a elegir

16 jun 2016 . Actualizado a las 09:04 h.

-«É un honor votar, pero vou de mala gana porque non vexo que sexa útil neste momento. Preténdese solucionar algo entre catro e matemáticamente non da. Estaría moito máis cómodo no caso de que pensara que ía facer algo».

-«Cada voto arregla a parte que lle corresponde».

El primero que habla es Fernando Lantes. Tiene 18 años. El 26J acudirá a votar por primera vez. El segundo es Ovidio Pena, quien ha llegado a los ochenta y, desde las elecciones generales de 1977 en las que debutó, nunca ha dejado de hacerlo porque, como dice, «son demócrata».

Ambos se conocieron ayer, justo el mismo día en el que hace 39 años los españoles pudieron votar por primera vez para elegir regresentantes en el Congreso y el Senado después de 41 años de barbecho democrático. Lo hicieron durante un encuentro entre ciudadanos cazados al vuelo ayer mismo en la calle para participar en una charla sobre la responsabilidad de votar, y sobre todo el peso de hacerlo por primera vez. Además de ellos dos, estaban Manuel Arán, que aunque pudo haberlo hecho ya en 1977, nunca ha votado en unas generales ni cree que lo hará esta vez. Alejandro Fraga que tiene aún 17 años. No podrá acudir a las urnas porque no sobrepasará hasta noviembre la línea temporal que lo convertirá en acto para elegir diputados. Pero aguarda con inquietud poder hacerlo en las gallegas. O Gelasio Varela, que votó por primera vez en junio de 1977. Tenía ya 36 años.

Aquella primavera de 1977 que pisaba los talones al verano, Ovidio regentaba un bar en Carballo. Antes había estado emigrado en Suiza, donde trabajó en la construcción. «Daquela xa cruzara a fronteira varias veces. Sabía o que había fóra e veía que había países que estaban moito máis desarrollados que o noso, pero aquí ao estar detrás dunha barra veía todo o sentir xeral da xente e a disparidade que había», recuerda.

Inexperiencia democrática

La inexperiencia democrática que reinaba entonces fue la razón por la que, añade, «daquela a moita xente levárona da man para votar». Y frente a Fernando, mirándolo a la cara y arropándole la mano con las suyas, añade que eso «agora xa non pasa porque hai xente coma este rapaz que se ve moito máis preparada. Teñen estudos. Eso téñeno eles, agora eu e os que son coma min temos a práctica da vida».

Ovidio enfrentó aquella primera vez con la responsabilidad y emoción de ejercer un derecho que había estado vetado en España durante años. Pero no es menor la responsabilidad que notan los que, como Fernando, han nacido en una democracia consolidada al acercarse a las urnas por primera vez durante otro hito histórico en España, el de unas elecciones repetidas. Un sentimiento que, a su juicio, no tienen los candidatos que no han logrado nombrar un jefe del Ejecutivo porque no había un acuerdo previo para ello.

Y tanto a él como a Alejandro, a quien le gustaría votar «aínda que como está todo esto o meu voto non ía arreglar nada», no les llega con saber que pueden votar. Piden reformas para que, como entienden, el ejercicio democrático resulte verdaderamente real: «¿Qué é iso de ter que recurrir a acordos con repartos previos ou facer coalicións para gobernar? Habería que reformar tamén a Ley Electoral para que os votos valgan o mesmo, non en base a criterios de poboación», dice Fernando.

Y Alejandro, como él, cree que, como ocurre en Estados Unidos, «o presidente debe sair da lista máis votada. logo xa discutirán no Congreso cada cuestión a tratar».

Durante el debate, Gelasio repasa la historia y trata de hacer entender todo lo que costó poder reencontrarse con las urnas aquel 15 de junio de 1977 en el que pudo elegir candidato por primera vez: «Poder votar resultou saludable, unha grandeza». Mientras Manuel escucha y defiende su postura de votar únicamente en las locales. El resto lo respetan. Eso es la democracia.