José Blanco: «Mi carrera política se terminó, ese ciclo se ha cerrado y no habrá retorno»

ELECCIONES 2020

Oscar Vázquez

«Feijoo no me creyó cuando en el 2009 le dije que no tuviera temor, que no iba a ser nunca candidato a la Xunta», afirma el eurodiputado y exministro de Fomento

27 may 2020 . Actualizado a las 10:06 h.

Concejal, senador, diputado, vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento, portavoz del Gobierno, eurodiputado... «Se acabó. Ahora un nuevo ciclo», dice José Blanco (Palas de Rei, 1962) en su primera entrevista tras quedarse fuera de la lista socialista para las elecciones europeas. Asegura entender su exclusión de la candidatura, «antes lo hice yo». Pero reconoce que «quería seguir una legislatura más, pero no tiene sentido darle más vueltas», afirma mientras sopesa qué camino profesional tomar ahora.

-¿Se acabó? ¿Ha llegado a su estación Termini en política?

-En 1989 tuve mi primer cargo electo como senador y en esta legislatura he tenido el último, sin duda, el broche de oro. Sin duda también, el punto y final. Se ha cerrado una etapa larga, apasionante, fructífera, pero se cerró, mi futuro no está en mi pasado, está cerrado. Ahora se abre un nuevo capítulo con nuevas sendas y no ya las caminadas.

-¿Nuevo capítulo político?

-Yo soy un animal político, la política ha sido mi vida, es mi pasión, pero desde luego no me veo desempeñando cargos públicos.

-Pero sí que quería seguir en el Parlamento Europeo.

-Decir que no me hubiera gustado continuar sería faltar a la verdad. Dicho eso, yo que he tenido que tomar decisiones similares, entiendo que el partido buscase renovar candidaturas, nuevos perfiles... me parece razonable y respeto la decisión que ha tomado el partido. Jamás pude pensar que sería vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento y ministro portavoz y siempre estaré agradecido a los ciudadanos, a mis compañeros y a José Luis Rodríguez Zapatero. Un caudal de gratitud infinita.

-¿Comprende entonces la limpia que ha hecho Pedro Sánchez?

-Yo fui cocinero antes que fraile y comprendo que hay que tomar decisiones y las respeto, porque entiendo que se toman pensando en el interés general, en lograr una mayoría. Las toman quienes pueden tomarlas y luego todos a una, porque hay que hacer frente a la involución que ya veo venir. No me siento agraviado y sí muy reconocido.

-Pues se ve como que le han pasado factura por apoyar a Susana Díaz y no a Pedro Sánchez.

-Hubo un proceso democrático del PSOE, en el que yo apoyé a Susana Díaz. Pero se eligió a Pedro Sánchez y fue bien elegido, no en vano es el presidente del Gobierno y el PSOE tiene una expectativa importante para ganar ahora las elecciones. Yo no concibo la militancia en el PSOE desde otro principio que el de la lealtad, que como militante es respetar las decisiones de la dirección. Y como gallego me siento orgulloso de haber contribuido al impulso de las grandes infraestructuras de Galicia y servir a mi país cuando tuve la oportunidad.

-¿Cuál es su legado aquí?

-El haber servido a mi país. Soy el único ministro en la historia de Fomento que suprimió su nombre de las placas cuando se ponían en servicio las obras, porque la obra pública trasciende a un Gobierno y es de todos. Hay una excepción: el puente sobre el Miño en Lugo. Mi padre no pudo asistir a mi toma de posesión por padecer un cáncer, pero me recordó ese día que Lugo necesitaba un puente nuevo, y en gratitud a mi padre aparezco solo en esa placa.

-Solo le ha quedado en su carrera optar al Parlamento gallego. Confiese: ¿Tuvo o no intención de pugnar por la presidencia de la Xunta?

-Le voy a desvelar algo. En la primera entrevista que tuve con el presidente Núñez Feijoo en el 2009, le dije que teníamos la oportunidad de aprovechar aquel tiempo para impulsar las infraestructuras y el desarrollo de Galicia y le dije: «no tengas temor, porque no voy a ser nunca candidato a la presidencia de la Xunta».

-¿Piensa que le creyó?

-No me creyó y en mi partido tampoco. Se pensaba que detrás de mi compromiso había un interés oculto. ¡Mire! Lo más grande que le puede pasar a alguien con vocación política es haber sido ministro del Gobierno de España, y yo lo he sido.

-Insisto. ¿Y para el futuro?

-Tampoco. Mi carrera política se terminó. Ese ciclo se ha cerrado, punto y final. No habrá retorno y hay vida más allá de la política.

Caso Campeón: «Me pregunto qué interés había detrás del tema»

El caso Campeón le abordó siendo ministro y el accidente de Angrois, cuando dejó de serlo. Sobre ambos es tajante.

-¿Cuánto marcó y cortó su carrera el caso Campeón?

-Nunca he sido de perder el tiempo con hipótesis de lo que pudo haber sido y no fue. En serio, no pierdo ni un segundo en pensar en revivir acusaciones falsas por intereses espurios. El único pesar que tengo es que mi padre se murió antes de que la Justicia cerrase la investigación por esa denuncia falsa.

-¿Qué mella le ha dejado?

-Ninguna. Pero cuando uno va conociendo con el transcurrir del tiempo elementos que estaban alrededor del asunto, como que la acusación particular era una asociación vinculada a Villarejo, y otras cosas que no comento, uno se pregunta qué interés había detrás de este tema. ¿Sacarme de la escena política? No lo sé, pero algún interés había.

-¿Lo dirá en sus memorias?

-No voy a hacer memorias.

-No ha tenido vinculación judicial en el accidente de Angrois, pero ¿qué reflexión se hace ahora de ese hecho?

-Que me equivoqué cuando al inicio le trasladé a mi partido que yo no veía conveniente crear una comisión de investigación. Eso se ha interpretado como que tenía algo que ocultar, alguna decisión que no podía conocerse, y me arrepiento de eso y he pedido disculpas por ello.

-¿Hubo un pacto de silencio con el PP?

-Nunca hubo ese pacto de silencio, como se trató de insinuar. El único silencio era el que yo prudentemente tenía para no polemizar sobre algo tan grave y que generó tanto dolor.

-¿Qué causó el accidente?

-La investigación lo dirá, pero ni las prisas ni acortar plazos.