El mantenimiento de la marca R y de los 140 empleos en Galicia está blindado hasta el 2026
Los trabajadores de R llevan ya tiempo curados de espantos. No en vano, el grupo ha cambiado tres veces de manos en poco más de diez años. La última vez, el pasado verano, cuando MásMóvil desembolsó cerca de 2.000 millones de euros para hacerse (opa mediante) con el control de Euskaltel. Este había adquirido la cablera gallega en el 2015, comprándosela al fondo británico CVC, que en el 2010 había tomado una participación mayoritaria, propiedad hasta entonces de Caixanova, acabando con la galleguidad en el capital de la firma.
Desde entonces, la gran reivindicación de la plantilla de la cablera pasa por el mantenimiento del empleo y de la marca R. Y eso es lo que reclamarán también una vez que la dirección les traslade unos planes que de momento solo conocen por la prensa, como explicaba Javier Gómez, presidente del comité de empresa de la firma gallega, que aseguraba que de momento la noticia no ha generado mucho nerviosismo entre los trabajadores.