Teresa Ribera, la lucha contra el cambio climático sube un escalón

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La madrileña será vicepresidenta tercera y seguirá al frente de la cartera de Transición Ecológica

10 jul 2021 . Actualizado a las 17:53 h.

No es tarea sencilla la que asumió Teresa Ribera (Madrid, 1968) hace unos años cuando Pedro Sánchez puso sobre sus hombros la responsabilidad de capitanear el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Esta licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, asumió la difícil faena de conducir el reto climático, un camino lleno de baches con los que Ribera ya ha tenido que lidiar y que, tras la revolución anunciada este sábado por Sánchez, tendrá que seguir capeando. Eso sí, la experta climática lo hará con el aval de la confianza del jefe del Ejecutivo. Porque Teresa Ribera subirá un escalón en el equipo de Gobierno y se convertirá a partir de ahora en vicepresidenta tercera. A pesar de que sus estudios pertenecen a la rama del Derecho, Ribera ha estado siempre vinculada al clima. Tras ganar la oposición a técnico de Administración Civil del Estado -una plaza que logró tras ser la número tres de su promoción-, la madrileña pasó a integrarse en la subsecretaría del Ministerio de Medio Ambiente. Allí asentó su pasión por las cuestiones que atañían al planeta. Y nunca las abandonó.

Zapatero puso el ojo sobre ella en el 2004 y decidió nombrarla jefa de la Oficina de Cambio Climático, un puesto que le permitiría catapultarse, cuatro años después, hasta la secretaría de Estado para el Cambio Climático y Biodiversidad. Su carrera meteórica se truncó en el 2011, con la llegada de Rajoy al Gobierno.

Pero Ribera no abandonó su particular batalla. Perfeccionista, trabajadora incansable y exigente con ella misma (y con los que la rodean), se dedicó durante años a luchar contra el cambio climático desde consultorías y organizaciones internacionales. En este paréntesis alejada del foco más político, Ribera fue nombrada directora del famoso Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales.

Su organización a contrarreloj de la Cumbre del Clima de Madrid, que Pedro Sánchez le encomendó personalmente, fue la garantía definitiva para que el presidente decidiera auparla hasta los altos puestos de su Ejecutivo. Un lugar que sigue y seguirá liderando. Eso, a pesar de que su gestión no ha estado exenta de polémicas. Entre las más sonadas, su posición sobre la protección del lobo o su firme enfrentamiento contra los coches diésel. A su lista también añadió recientemente el polémico tarifazo eléctrico que tantos dolores de cabeza está provocando a las familias patrias. A pesar de la bajada de impuestos anunciada (del 21 al 10 %), Ribera reconocía hace unos días que el bolsillo de sus conciudadanos todavía sufriría durante una temporada. Y se encomendó a seguir trabajando para avanzar en el nuevo modelo energético. Nadie dijo que fuera fácil.