Bruselas retira el corsé fiscal a las economías de la UE para luchar contra el virus

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

STEPHANIE LECOCQ

La suspensión del Pacto de Estabilidad es una medida sin precedentes que abrirá el grifo del gasto público

21 mar 2020 . Actualizado a las 08:40 h.

Ni en los peores tiempos de la Gran Recesión la Unión Europea se había atrevido a suspender el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Hasta ayer. La magnitud de la crisis económica a la que se enfrentan las economías del euro y, por qué no, el hecho de que esta vez Alemania también se haya visto damnificada, venció los temores de la Comisión Europea a retirar el corsé fiscal a los Estados miembro, dando vía libre, de forma temporal, al gasto público para luchar contra el virus y mantener en pie el mayor número de empresas y empleos posibles mientras dure la cuarentena. «Hoy, esto es nuevo y nunca se había hecho antes, activamos la cláusula de escape general del Pacto de Estabilidad y Crecimiento», anunció la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen. «Significa que los gobiernos nacionales pueden inyectar a su economía lo que necesiten. Estamos relajando las normas presupuestarias para que puedan hacerlo», explicó. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, se expresó en los mismos términos: «Estamos dando un paso sin precedentes. Activar la cláusula de escape general abre la puerta a una respuesta fiscal fuerte y coordinada al inmenso desafío económico al que nos enfrentamos todos».

No es para menos. Bruselas admite que el impacto sobre las economías del bloque será «dramático». Los cierres de negocios y fábricas así como la pérdida estimada de millones de empleos ha forzado a todas las instituciones de la UE a mover ficha, empezando por el Banco Central Europeo (BCE), que anunció esta misma semana el despliegue de un escudo de 750.000 millones de euros para mantener la respiración asistida a las economías.

A falta de que las capitales aprueben la suspensión de las reglas fiscales -exigen mantener el déficit por debajo del 3 % del PIB y la deuda por debajo del 60 % del PIB-, los Gobiernos nacionales ya han comenzado a insuflar estímulos a los sectores más afectados, pymes en riesgo de quiebra y a las familias más vulnerables. Los Ejecutivos han aplaudido la medida, aunque los más críticos, como el italiano, lamentan que se haya reaccionado con demasiada lentitud.