Los inversores castigan al Sabadell

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente del banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, Jaime Guardiola
El presidente del banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, Jaime Guardiola Javier Lizón

El banco se desploma un 14 % en bolsa un día después de presentar resultados

31 ene 2020 . Actualizado a las 20:16 h.

Las acciones del Banco Sabadell se devaluaron este viernes casi un 14 % en bolsa. La caída pilló por sorpresa a la dirección de la entidad en plena rueda de prensa para desgranar los resultados obtenidos el año pasado: un beneficio neto atribuido de 768 millones, que supone un crecimiento del 134%, por las menores provisiones realizadas a su filial británica TSB y las plusvalías por la venta de Solvia.

Banco Sabadell cuenta con una fuerte exposición al mercado británico a través de TSB, que perdió 45 millones en el 2019.

Esta reacción negativa de la cotización responde no solo a unos resultados «débiles», como apuntan los analistas de Renta 4, citados por Europa Press, sino también a una peor evolución de los ingresos y a un aumento del coste de riesgo que supondrá mantener unas provisiones elevadas.

El consejero delegado, Jaime Guardiola, achacó el desplome al ajuste adicional y no esperado por el mercado por la venta de carteras. Así, reconoció: «Es verdad que al mercado le puede haber sorprendido el cierre de carteras que se daba por cerrada y que ha incorporado unas pérdidas adicionales. Puede ser una razón explicativa al ajuste que se está produciendo».

Ese ajuste está relacionado con la operación de venta de activos que se materializó a finales del año pasado por valor de 8.000 millones de euros y compuesta por 60.000 activos.

Fusiones, no, «hoy por hoy»

El presidente, José Oliu, negó que el banco contemple «hoy por hoy» una fusión, pero no descarta que otras entidades financieras puedan hacerlo este año. También se mostró confiado en que no habrá impuestos más altos o adicionales para la banca. «Esto sería muy contraproducente en estos momentos, no lo vemos con buenos ojos, porque un banco es una empresa como cualquier otra», señaló Oliu.

En su opinión, las distorsiones en el mercado podrían ser «muy malas» para el país, por lo que no cree que se vaya a discriminar al sistema financiero español respecto al resto de Europa.