The Ritz Carlton dispuesto a inyectar 77 millones para reactivar Barreras

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

El astillero retrasa la petición de liquidación a la espera de un acuerdo accionarial

21 nov 2019 . Actualizado a las 12:50 h.

The Ritz Carlton no quiere comprar Barreras, y su socio inversor Oaktree no tiene intención de adquirir un astillero. Pero ambos necesitan una solución para acabar su primer crucero, en el que ya han metido 126 millones de euros, y la única forma de conseguirlo es poniendo más dinero, concretamente 77 millones de euros.

Douglas Prothero, el consejero delegado The Ritz Carlton Yatch Collection, de la división marítima del grupo, ha puesto esta cantidad sobre la mesa de negociación que viene compartiendo desde hace semanas con representantes de Xunta y Gobierno central, Pymar y el organismo de financiación Cesce.

Fuentes relacionadas con estas conversaciones explican que las cuentas del grupo hotelero contemplan la inyección de 17 millones de euros en el astillero, para restablecer su equilibrio patrimonial (tiene un capital social de 10 millones de euros y unos fondos propios inferiores a la mitad de esta cifra, que ponen a Barreras en causa de disolución inminente).

Pero Ritz Carlton necesita terminar el primer buque que encargó al astillero para poner en marcha su línea, y finalizar el proyecto requerirá, según sus estimaciones, 60 millones de euros más. El plan se completa con la entrada en el capital de Barreras, no directamente, sino a través de una sociedad instrumental (se trata de acabar sus barcos, evitando el más mínimo riesgo para los activos del grupo), con sede en Malta. 

Ritz y Uninaval, juntos

La otra opción que también se estudia es que Ritz se busque un socio local para sacar adelante su operación sin tener que entrar directamente en el accionariado de Barreras, ya que su principal interés es controlar la compañía. Y en ese punto es donde se han encontrado con Uninaval, la sociedad formada por las auxiliares acreedoras de Barreras, con quien este jueves mantendrán una reunión para avanzar en esa vía.

La oferta del grupo hotelero gusta en la mesa de negociación en la que están los principales actores implicados, ya que en más de una ocasión también se ha sumando Pemex, el accionista mayoritario, con el 51 % del astillero.

¿Quién no está? (al menos físicamente): El expresidente de Barreras y propietario del 24,5 % de las acciones, José García Costas quien, según fuentes de la negociación, ha sido hasta ahora el principal obstáculo para Ritz Carlton. La compañía americana exige que cambie el accionariado para materializar su plan de rescate, y en ese bucle llevan semanas inmersos todos los protagonistas. 

Liquidación preventiva

Pero el tiempo corre en contra de la salvación de la compañía, en preconcurso de acreedores y que, dada su situación de desequilibrio patrimonial, la próxima semana, entrará en causa de disolución. Fuentes próximas al astillero explican que el consejo de administración mantiene redactada y «congelada» la petición de liquidación de la sociedad, a la espera de una inminente solución accionarial.

De no llegar en los próximos días el acuerdo, la solicitud llegaría de forma preventiva a los juzgados, para el necesario blindaje de los administradores de Barreras, entre los que figura el propio García Costas, quien, a su vez, lleva semanas tratando de armar una propuesta de compra del 100 % del astillero, con el apoyo de algún antiguo socio del sector.

¿Y esto por qué? Fuentes judiciales consultadas explican que cuando una sociedad está en causa de disolución, los responsables pueden entrar en responsabilidades de las que tienen que responder con su patrimonio personal, y durante los años que determine el juez no podrán administrar ninguna sociedad. La petición de liquidación, aunque sea de forma preventiva (se podría retirar, si hubiera , si hubiera acuerdo entre todas las partes), protege los intereses de los administradores.

Determinar la deuda de la compañía, clave para la solución

Hace dos semanas que la consultora Deloitte trabaja en un informe encargado por Caixabank, la principal entidad financiera acreedora de Barreras, para determinar la deuda real del astillero, más allá de los 25 millones de euros conocidos que la compañía debe a la industria auxiliar.

Sobre este informe se pronunció ayer el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, al manifestar su esperanza de que «el resultado» de la auditoría que se está realizando en el astillero vigués «permita identificar soluciones y tomar medidas para reactivar el trabajo».

Mientras se elabora ese informe, Conde explicó que la Xunta sigue trabajando conjuntamente con el Ministerio de Industria, con Cesce y con Pymar «en la búsqueda de soluciones para retomar la actividad en el astillero y afrontar toda la carga de trabajo pendiente en las gradas».

El conselleiro añadió que el gobierno gallego ha trasladado al consejo de administración de la compañía, liderado por la petrolera mexicana Pemex, «la importancia de tomar medidas inmediatas». Recordó Conde que «esas medidas deben servir también para garantizar la viabilidad a largo plazo de Barreras.

Según manifestó el conselleiro, la Xunta «ya actuó» al habilitar una línea de préstamos para las industrias auxiliares afectadas por la crisis del astillero, y «estará en la solución» que garantice la viabilidad de todo el trabajo pendiente y futuro.

A la espera de acontecimientos, los trabajadores de Barreras afrontan hoy una nueva jornada de movilizaciones.

Por segunda semana consecutiva, los 200 empleados están convocados a parar durante las mañanas de los martes y jueves durante cuatro horas, en protesta por su situación de incertidumbre: Sin responsables al frente de la dirección general y financiera del astillero, sin posibilidad de trabajar, y sin tener claro si cobrarán sus nóminas.