Unións Agrarias presenta un proyecto para difundir la política agraria común en los colegios
29 jul 2020 . Actualizado a las 11:49 h.La política agraria común, más conocida como PAC, nació después de la Segunda Guerra Mundial con un objetivo claro: dar autonomía alimentaria a los países que formaban la Unión Europea. Hoy, bajo estas siglas, se esconden mucho más que las ayudas que agricultores y ganaderos reciben por sus trabajos. Dar a conocer qué es la PAC y cuáles son sus beneficios es uno de los objetivos que persigue el nuevo programa puesto en marcha por Unións Agrarias, en colaboración con La Voz de Galicia, en varias comunidades españolas, entre ellas Galicia. La iniciativa fue presentada con una jornada en la que participaron el secretario general del sindicato, Roberto García; el director del Laboratorio Interprofesional Galego de Análise do Leite (Ligal), Roberto Lorenzana, y las ganaderas Ana Corredoira y María Páez. Todos ellos dejaron claro que, a día de hoy, sigue siendo imprescindible que Europa apueste por mantener una política agraria común que sea igual para todos los países miembros. Y aprovecharon la ocasión para recordar la importancia que el sector ganadero y el agrícola tienen no solo para preservar la actividad en el mundo rural, sino también en la defensa del medio ambiente.
«Temos que facer un esforzo para trasladarlle ao cidadán cal é o papel que o agricultor e o gandeiro fan na sociedade», aseguró García. Es este un papel muy diferente a la imagen de «contaminador» que se transmite en algunos espacios porque, en realidad, «o que fai o agricultor é todo o contrario», destacó. Porque la actividad agrícola y la ganadera «poden ser unha solución cando falamos de incendios forestais». Precisamente acabar con la imagen errada que existe de los profesionales del campo es uno de los objetivos que persigue el programa «Desfruta do rural». «O que pretendemos é chegar ás universidades e aos colexios para explicar o papel que xogan os agricultores e os gandeiros», insistió García, quien recordó «que hai máis de tres mil aldeas abandonadas en Galicia, e dos tres millóns de hectáreas que ten a nosa comunidade só se cultivan 600.000. Así que o que non xestionan os gandeiros queda a pasto do lume».
Si hay un sector paradigmático en lo que mantener vivo el rural se refiere ese es el lácteo. «Produce un alimento de alto valor biolóxico, ten importancia económica, porque xera preto do 2 % do PIB galego, e ten importancia social, porque dá traballo no medio rural», añadió Roberto Lorenzana. Incidió en que este es uno de los sectores productivos que permite mantener vivo el rural y destacó que la realidad es que el sector ganadero es mucho más que vacas que destruyen la capa de ozono. Primero, porque es capaz de producir sin regadío, lo que reduce el consumo de agua. Y, en segundo lugar, porque la mayoría de las explotaciones producen tres cuartas partes de lo que consumen sus animales. «Unha explotación media ten un 10 % da súa superficie dedicado a forestal. E iso, xunto cos prados, secuestra carbono e nitróxeno. Unha hectárea de cultivos forraxeiros secuestra sete toneladas de carbono», añadió. A todo ello hay que sumarle que la leche que se produce en Galicia responde a unos exigentes criterios de calidad y seguridad alimentaria. «Da produción diaria tomamos mostras do 100 % das cisternas que se descargan nos centros lácteos. Tamén no 90 % das explotacións gandeiras. E somos proactivos porque temos protocolos específicos de control para adiantarnos aos problemas que poden surxir», añadió.
Políticas que llegan al bolsillo
De la PAC no solo se benefician ganaderos y agricultores, explicó María Páez, ingeniera forestal y ganadera. «Eu son gandeira e antes foino miña nai. Ela pagaba 50 pesetas polo gasóleo agrícola, eu pago 1 euro. Ela pagaba 18.000 pesetas de autónomos, eu pago 300 euros. En cambio, o quilo de filetes custaba 1.500 pesetas e agora costa 10 euros, que é case o mesmo. ¿Para quen á a PAC para os gandeiros ou para a sociedade?», se preguntó. Una palabras que ratificó su compañera de profesión, Ana Corredoira. Ella se hizo cargo hace unos años de la ganadería de sus padres, A Cernada, que fue una de las primeras en producir en ecológico. «Os gandeiros somos o primeiro eslabón da cadea láctea e os primeiros en garantir que todo o noso traballo se produce baixo parámetros de seguridade alimentaria», explicó. En su opinión, «sendo unha figura tan importante temos a autoestima tan estragada que nos sentimos parte do problema», aseguró. Recordó que «formo parte dunha xeración á que lle dixeron que marchara do campo a estudar. E agora son parte doutra que quere quedarse e formarse», argumentó. Para eso, para que la gente se quede en el medio rural, «fan falta medios. Necesitamos servizos, axudas porque a realidade é que nos estamos quedando sós», concluyó. «A min educáronme para vivir na cidade, non no rural. Ninguén me ensinou a andar polo monte», añadió Páez.
El papel de la agricultura
Por eso, insistió García, son tan importantes programas como el que ahora pone en marcha Unións Agrarias. «Temos que facer un esforzo para explicarlle á sociedade o papel que facemos os agricultores e os gandeiros», añadió. «É importante que o rural conte co urbano e que os agricultores sexan quen de explicar o que están facendo. Non pode ser que as asociacións ecoloxistas estean xerando alarma permanente de que somos maltratadores de animais e contaminadores», añadió. «Antes todo o mundo tiña un vínculo co rural que hoxe non hai», insistió Lorenzana.
Con ese mensaje bajo el brazo, el de enseñar a las nuevas generaciones cómo es en realidad el trabajo de ganaderos y agricultores y la importancia que tiene el mismo en cuestiones como el cambio climático o la despoblación, los responsables de Unións Agraria recorrerán, durante los próximos meses, colegios e institutos de las comunidades de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Aragón y Madrid. En estas charlas les explicarán también la relación entre los productos agrícolas y el estilo de vida saludable, y promoverán el consumo de los productos de proximidad. Esos que nos permiten mantener el mundo rural vivo y alejado del abandono.