Después están la hostelería, donde siempre hay una alta rotación laboral, lo que mantiene la demanda de camareros y cocineros, y los oficios tradicionales, cada vez más difíciles de cubrir por la falta de relevo generacional. Una escasez de profesionales que, como explica Eduardo Adán, se nota en el naval vigués, que espera una gran carga de trabajo en los próximos meses, pero también en el agroalimentario, que ha sido un sector refugio durante la crisis, aunque ahora es complicado encontrar perfiles como los de mecánico de cierre o fileteador de atún. Tanto que, explica, muchas veces son las propias ETT las que dan cursos de formación para disponer de una bolsa estable de candidatos.
La informática es ya, tras la educación, el sector que más puestos de trabajo crea
No solo lo dicen las empresas de colocación, sino que lo reflejan ya las estadísticas oficiales: el sector de la programación y la informática se ha convertido en uno de los motores que mueven el mercado laboral gallego. La prueba, los 1.900 nuevos puestos de trabajo que se crearon en esa rama de actividad en el 2018, de acuerdo con los datos de afiliados a la Seguridad Social publicados por el Instituto Galego de Estatística. Solo la educación, que dio de alta a más de 4.800 nuevos cotizantes en la comunidad, generó más empleo.