El sector forestal plantea un rural que conjugue producción y medio ambiente

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

RAMON LEIRO

La cadena de valor de la madera logra un documento de consenso para su desarrollo

15 may 2018 . Actualizado a las 17:30 h.

Asociaciones de propietarios forestales, empresas de servicios y de la industria de primera y segunda transformación llevan meses trabajando, convocados por la Fundación Juana de Vega, en la elaboración de un documento de consenso en el que se recojan sus propuestas sobre el sector forestal de Galicia. El Gaiás acogió la presentación de estas conclusiones que hicieron públicas el presidente del Clúster da Madeira, José Manuel Iglesias, y el presidente de la fundación, Enrique Sáez.

SANDRA ALONSO

Representantes de todas las asociaciones de la cadena de valor de la madera, de las universidades, los grupos políticos y entidades ecologistas asistieron a la presentación de estas propuestas, que se resumen en ocho puntos clave y demuestran, como explicó Iglesias, «que o monte ten moitísimo futuro, é perfectamente posible conxugar a produción co medio ambiente». El sector pretende que la Administración tenga en cuenta este documento a la hora de diseñar las políticas forestales, ya que para evitar la despoblación en el rural gallego y lograr la sostenibilidad del monte es necesario un cambio en la política forestal y en la percepción del rural por parte del conjunto de la ciudadanía.

Una legislación compleja, el minifundio y una baja cultura forestal por parte de la sociedad han provocado que hasta ahora no se llevase a cabo una correcta planificación del sector. Pero, apuntan los impulsores de las propuestas, existe voluntad «e a principal conclusión de hoxe é que xente con visións moi diferentes foi quen de chegar a un consenso», apunta Enrique Sáez.

El primero de los ejes del documento es que el futuro del medio rural dependerá de su capacidad para generar valor y de su reconocimiento social. El sector pide diversificación y un marco legal que incentive el aprovechamiento productivo y sostenible del territorio, así como medidas que compensen a los propietarios de montes sujetos a restricciones por razones de conservación de la biodiversidad y de espacios naturales. El segundo eje insiste en romper la dicotomía entre medio ambiente y producción. Ambos son y deben ser compatibles. Si el monte no es viable a nivel económico, se producirá su abandono. La cadena de valor de la madera lamenta que en Galicia haya especies autóctonas que podrían ser rentables, pero apenas se plantan por la inseguridad jurídica de su aprovechamiento.

En tercer lugar hay que superar los problemas de abandono del rural, que conducen al aumento del riesgo de incendios forestales. También reclaman que se garantice a la población rural una buena calidad de vida y el acceso a los servicio básicos.

El cuarto eje plantea una serie de medidas para potenciar las actuaciones de base colectiva y comunitaria que permitan superar los problemas del minifundio y el impulso de la certificación forestal. Esa última no solo contribuye a la sostenibilidad económica, sino también a la conservación de la biodiversidad, la generación de empleo y a fomentar el valor tangible e intangible de las empresas.

Simplificación de la normativa

El sector exige en el quinto punto de las propuestas que se simplifique y clarifique la normativa vigente, con un marco claro y a largo plazo en la ordenación del territorio. La concienciación social sobre los valores del monte es otro de los ejes clave: «Cómpre explicar á sociedade que se o monte non é viable economicamente tampouco será sustentable social e ambientalmente». Los dos últimos puntos son la formación y la innovación a lo largo de toda la cadena de valor para mejorar la competitividad; y la promoción de la biodiversidad y el diseño de producto, avanzando hacia la bioeconomía para generar valor sostenible a largo plazo.