Más de la mitad de las viviendas que se compran en Galicia se pagan al contado

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Patrick Seeger | DPA

Solo el 45 % de las operaciones firmadas el año pasado se financiaron con hipoteca

10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 55 % de los gallegos que compraron vivienda el año pasado la pagaron al contado, sin necesidad de pasar por la ventanilla del banco a solicitar una hipoteca con la que financiar la operación. Así lo apuntan los registros del Consejo General del Notariado, que certifican que en el 2017 se cerraron en la comunidad 17.488 compraventas de casas, pero tan solo se constituyeron 7.879 préstamos que tenían como finalidad la adquisición de vivienda.

En realidad, el número de hipotecas concedidas en Galicia el año pasado fue muy superior, por encima de las 12.000, pero no todos los préstamos se emplean para sufragar la compra del inmueble que se toma como garantía de pago. Las hay también que se utilizan para financiar actividades empresariales, refinanciar otras deudas o para la autopromoción de una casa.

Hecha la aclaración, la estadística de los notarios aclara que la concesión de hipotecas que sí se usan para adquirir vivienda repuntó un 7,2 % en la comunidad, con medio millar más de préstamos que en el 2016. Claro que la compra de casas creció a un ritmo muy superior, por encima del 11 % (lo que se traduce en 1.760 transacciones más que el año anterior), por lo que la ratio de operaciones financiadas al contado vuelve a subir, tras tres años a la baja.

Los pequeños ahorradores buscan en el ladrillo la rentabilidad que no les ofrece el banco Una de las razones que explican este cambio de tendencia está en el atractivo del sector inmobiliario como activo de inversión, gracias a las altas rentabilidades que ofrece el mercado del alquiler (alrededor de un 6 % anual en Galicia, según el último estudio de Sociedad de Tasación). Una situación que, como llevan meses advirtiendo en la patronal de las inmobiliarias gallegas, está provocando que pequeños ahorradores gallegos, escarmentados por fraudes como el de las preferentes o las pérdidas sufridas en bolsa, y ante la falta de atractivo de los depósitos bancarios, coloquen de nuevo su dinero en el ladrillo. La mayoría optan por pequeños pisos, en el entorno de los 100.000-120.000 euros (cantidades que puedan pagar a tocateja o con una financiación pequeña) y ubicados en las principales zonas urbanas de la comunidad o en municipios turísticos, donde la demanda de pisos en alquiler (ya sea para arrendamientos estables o de temporada) garantiza un buen retorno anual para la inversión realizada.

La situación del mercado en Galicia es muy similar a la del conjunto del país, donde el 44 % de las viviendas adquiridas se financiaron con hipoteca, apenas un punto menos que en la comunidad. Además, las cifras del 2017 están ya en niveles precrisis, ya que diez años antes, en la antesala del estallido de la burbuja inmobiliaria, el volumen de casas que se compraban al contado ya superaba el 50 %.

Se disparan los alquileres

Prueba del dinamismo del mercado del alquiler en toda España la da el último informe elaborado por el portal Pisos.com, publicado ayer, que calcula que los precios de los arrendamientos han subido un 3,7 % solo en el primer trimestre del año. Si se miran los últimos doce meses, el repunte supera el 15,5 %. La subida es tan fuerte que, como reconoce Ferran Font, director de estudios de la web inmobiliaria, «existe cierta preocupación sobre cómo se está comportando actualmente este mercado y sus posibles consecuencias en un futuro cercano». El experto admite que «la discusión acerca de si se está generando o no una burbuja está muy viva en estos momentos, puesto que se han producido fuertes y rápidos incrementos en las mensualidades, al tiempo que la rentabilidad generada por los alquileres se ha disparado».

También crecen a buen ritmo las compraventas de viviendas, que repuntaron un 2,7 % en febrero respecto al mismo mes del año anterior, según los notarios, que matizan que el incremento es más del doble (6,2 %) en el caso de los pisos, mientras que la venta de chalés unifamiliares cae casi un 12 %. A diferencia de lo que ocurre en el mercado del alquiler, en el de la propiedad los precios se mantuvieron congelados, a razón de 1.349 euros el metro cuadrado.