La acción se consume en bolsa, pasto de la especulación

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los últimos 5 años en bolsa del Popular
La Voz

Hace ya algún tiempo que el Popular dejó de inspirar confianza entre los inversores de a pie. Tanta ampliación de capital y tanto ladrillo atragantado acabaron por ahuyentar a muchos de ellos, dejando la cotización a merced de los especuladores

17 may 2017 . Actualizado a las 07:41 h.

Es la historia reciente del Popular una crónica no apta para los amantes de la tranquilidad. Ni por los sobresaltos en la gestión -tres consejeros delegados y dos presidentes han llevado las riendas del banco en el último año, que se dice pronto-, ni, menos aún, por las sacudidas que ha sufrido en la bolsa, reflejo fiel durante meses de lo que se estaba cociendo en el seno de la entidad.

El caso es que hace ya algún tiempo que el Popular dejó de inspirar confianza entre los inversores de a pie. Tanta ampliación de capital y tanto ladrillo atragantado acabaron por ahuyentar a muchos de ellos, dejando la cotización a merced de los especuladores. Implacables, han marcado el ritmo. Y la cotización del banco ha bailado al son que le tocaban. Las más de las veces, de descalabro en descalabro. Aunque disfrutando también de alguna que otra sonada escalada.

Los bandazos han sido su pan de cada día en la bolsa. Y la jornada de ayer, fecha que quedará marcada en el calendario particular del banco como la del pistoletazo de salida de su venta tras años aferrado a la independencia, no iba a ser una excepción. Plagada de vaivenes estuvo. Tanto que, en apenas dos horas, fue capaz de lo mejor y de lo peor. De capitanear las subidas del Ibex a farolillo rojo del indicador. Para acabar finalmente en 0,67 euros, un 1,13 % por debajo del valor que tenía el lunes. Eso deja la capitalización de la entidad en 2.958 millones de euros.

Los rumores y especulaciones y el juego de los bajistas -los que apuestan por la caída del valor, fundamentalmente fondos de alto riesgo o hedge funds, que han llegado a tener en sus manos más del 12 % del capital de la entidad, lo nunca visto- le han pasado una elevada factura a la cotización del Popular. Después de cerrar el 2016 con el dudoso honor de haber cosechado el peor resultado del año y una caída de más del 60 %, en lo que va de este año, ese roto se ha agrandado en más de un 20 %. Ahora el mercado está pendiente de los derroteros que sigue el «intercambio de información» -ese es el eufemismo empleado por la dirección del Popular para referirse a las negociaciones para la venta- para tomar decisiones.

Quién más, quién menos ya tiene su quiniela sobre la mesa. Dice el Popular que no le urge la venta. Pues que tengan en cuenta sus sus gestores que al mercado sí.