El pago con tarjeta repunta en plena subida de comisiones en los cajeros

R. SANTAMARTA, a. BALSEIRO REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

monica ferreiros

El dinero que se paga con plástico supera ya a todo el efectivo retirado en máquinas

21 jun 2016 . Actualizado a las 16:35 h.

Las comisiones que ha impuesto de forma generalizada la banca por el uso de sus cajeros no han desincentivado a los clientes en la retirada del dinero de esas máquinas. Según los datos que ha adelantado el Banco de España, en el primer trimestre del año se sacaron más de 26.600 millones de euros en 213 millones de operaciones; casi un 3 % más de efectivo, algo que el mercado bancario interpreta como un gesto de reactivación del consumo con el arranque del 2016. «Los clientes han aprendido a usar la red y evitar que les cobren esos gastos, saben dónde pueden sacar. No ha sido el problema que se podía pensar», apuntan fuentes financieras. De mantener ese ritmo durante todo el curso, el año podría cerrar con más de 118.000 millones movidos desde los cajeros en España, una cifra inédita.

Ahora bien, mientras sube la retirada de efectivo lo hace con mucha más fuerza otro fenómeno: el pago en comercios, restaurantes... Con esa fórmula, la de los TPV, se pagaron más de 27.800 millones en el primer trimestre, un 10,3 % más que un año antes. Y es la primera vez que sucede ese fenómeno: se paga más con la tarjeta que dinero se retira. El mayor uso del dinero de plástico parece una respuesta a esas nuevas comisiones, pero también un signo de los tiempos que corren.

A todo lo anterior -más uso de los cajeros, pero mucho más pago en tiendas- ayuda que hay más tarjetas en circulación: se han vuelto a superar los 70 millones, entre crédito y débito, un nivel que se perdió en el 2011.

Y mientras tanto, la banca busca nuevas fórmulas que le permitan optimizar mucho más la red. Antes de que acabe el año, la banca española se parecerá un poco más a la europea y ya no tendrá tres, sino una única plataforma de medios de pago. Las entidades financieras llevan desde noviembre del pasado año perfilando la fusión de Servired, 4B y Euro6000, en una única estructura que gestionará todas las tarjetas en España y que, básicamente, servirá para ahorrar costes en un momento difícil para levantar una rentabilidad insuficiente. Y a la vez, adiós a la competencia.

Según avanzó ayer Cinco Días, la banca ha encargado a KPMG, N+1 y Boston Consulting el diseño del plan de negocio de la plataforma resultante de la fusión y que se espera esté listo tras el verano para someterlo al dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Fuentes del sector consultadas restaron importancia a un hipotético escollo de este organismo -normalmente contrario a las concentraciones- argumentando que se trata de una operación meramente tecnológica, para reducir costes y aumentar la eficiencia. «Es una plataforma conjunta, pero la política de precios la va a seguir estableciendo cada banco, no se trata de que vayas a pactarlos, como no se hacía entre las entidades que usaban el mismo sistema de medios de pago. El ejemplo son las comisiones. Será un solo canal de distribución».

Recuerdan también que en este ámbito España era «la rara», ya que en cada país europeo existe un único sistema de medios de pago. Las mismas fuentes subrayan que a corto plazo la integración no supondrá ningún cambio para el cliente, pero que a medio sí se beneficiarán de la simplificación de los procesos, que serán más sencillos y rápidos para hacer frente a los nuevos competidores, comos los gigantes tecnológicos.

Santander y Popular, que integran 4B, aprobaron la fusión la pasada semana; el viernes lo hicieron los de Euro6000 (Abanca, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, BMN, Liberbank...), sumándose así a los de Servired (BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell) que dieron luz verde hace diez días.

La comparación

26.603 millones € 

Retirada en cajeros. De enero a marzo. Supone un incremento de casi un 3 %.

27.816 millones € 

Pago en terminales (TPV). En comercios, restaurantes, «on-line»... Es un 10,3 % más.