¿Conoce algún ERE para ejecutivos? Diseñan el primero

ECONOMÍA

MARÍA PEDREDA

La situación laboral en Red Eléctrica (REE), operadora del sistema eléctrico español, está que echa chispas. En concreto, aquellos que están en la escala salarial alta

22 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación laboral en Red Eléctrica (REE), operadora del sistema eléctrico español, está que echa chispas. En concreto, aquellos que están en la escala salarial alta. La compañía, presidida por José Folgado -hombre del Partido Popular y de casi 72 años de edad- está diseñando una especie de ERE para ejecutivos. Definámoslo mejor: se trata de un programa de bajas incentivadas para aquellos miembros de la cúpula directiva que cumplan 59 años en el 2016. Destinará 12 millones de euros y se calcula que puede afectar a 25 directivos, es decir que saldría cada uno de ellos a una media de 480.000 euros (aquí entraría la teoría del pollo, ya saben si hay dos pollos y dos individuos, la estadística estima que cada uno comerá uno, pero la realidad es más tozuda y un individuo digirió los dos animales).

Lo curioso es que ninguno de esos directivos potencialmente beneficiados por la medida alcanzarán la edad del presidente de la empresa (que, por cierto, cambió los estatutos de la compañía para a los 70 años continuar en el puesto con todos los poderes). Además, Folgado, según se maneja dentro de la compañía, está trabajando en la creación de una fundación y para ello maneja un presupuesto de seis millones de euros. ¿Quién sería su presidente? Él mismo. Próximos a la empresa recuerdan que Luis Atienza, el anterior presidente y en cuyo currículo figura además haber sido ministro de Agricultura en la etapa de Felipe González, había realizado un estudio sobre la puesta en marcha de una fundación en REE y se consideró que el beneficio fiscal «no saldría a cuenta» teniendo en cuenta los gastos operativos que generaría.

Como se constata, Red Eléctrica de España es la típica empresa cuyos presidentes están muy vinculados con el Gobierno de turno. Si gana las elecciones el PP, sirve para colocar a gente próxima al partido; si gana el PSOE, otro tanto; y si hay empate o el momento electoral se complica sirve también para pactar puestos. Mejor dicho, puestazos, porque Luis Atienza, sin ir más lejos, se fue con una indemnización de 2,3 millones de euros. No está nada mal, aunque haya a quien le pueda parecer reducida teniendo en cuenta la responsabilidad del cargo.

En los últimos meses se ha incorporado a la compañía semipública Ignacio Grangel Vicente, ex jefe del gabinete del secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. Está trabajando como vicesecretario general de REE, puesto que depende de la secretaría general y del consejo, cargo de nueva creación . Una vez más la sociedad puede estar tranquila porque las puertas giratorias funcionan totalmente engrasadas, sobre todo en empresas con capital público (20 % en este caso).

Pero volvamos a las bajas incentivadas y al revuelo interno que hay en Red Eléctrica. El jueves la compañía confirmó la salida de Andrés Seco, director general de operaciones y pieza clave. ¿Por qué se va? La teoría oficial es que la salida fue pactada. La extra oficial es que las luchas internas desde que Folgado nombró a Juan Lasala consejero delegado a principios de verano fueron, cuando menos, cruentas. Ambos querían el puesto -quienes los conocen dicen que los dos tienen ambición- y tanto uno como otro movieron sus hilos. Al final, ganó el financiero, quien tuvo que firmar la liquidación de Seco («no se ha ido por menos de 500.000 euros», dicen) cuya salida tuvo que ser pactada porque todo el mundo conoce su carácter. ¿Fuerte? ¿Agresivo? ¿Directo? Quien podría definirlo es la cúpula de Alcoa porque Andrés Seco la fustigó al defender una postura contraria a la que pretendía la multinacional en las subastas de interrumpibilidad.